Dos inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) visitaron ayer la planta de producción de agua pesada de Arak (centro), en el marco de un acuerdo de verificación de las instalaciones nucleares iraníes.

En esta planta se encuentra el reactor de agua pesada que Irán quiere poner en marcha a finales de 2014 y que preocupa a las potencias occidentales, que creen que permitiría a Irán extraer el plutonio que una vez procesado podría usarse para fabricar una bomba atómica.

La AIEA trataba de inspeccionar esa planta desde 2011. La visita forma parte del acuerdo sobre un «marco de cooperación» firmado el 11 de noviembre, que permitirá a la agencia asegurarse de la naturaleza exclusivamente pacífica del programa nuclear iraní.