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Las matanzas dan paso a una calma relativa en la República Centroafricana

Una calma relativa regresó ayer a la República Centroafricana tras días de matanzas e intensos combates entre milicias de Séléka (musulmanas) y «antibalaka» y grupos de autodefensa (cristianos), sobre todo en la capital. Las tropas francesas se preparan para desarmar a las partes.

Los combates y matanzas se han cobrado al menos 394 víctimas mortales en el país, pero habrían sido muchas más de no mediar la intervención del Estado francés, según el ministro de Exteriores galo, Laurent Fabius, que ayer destacó que, de no haber habido una rápida reacción por su parte, la cifra de muertos sería mucho mayor. «Si no hubiéramos intervenido, los 394 muertos serían 5.000 ó 10.000», aseguró en declaraciones a la cadena France 3 TV.

Lo cierto es que el temporal parece amainar. Los vecinos de la capital informaron de tiroteos esporádicos durante la jornada de ayer y activistas de derechos humanos aseguraron que aún hay milicianos de Séléka activos en Bangui.

En el depósito de cadáveres del Hospital Comunitario de Bangui los cadáveres se acumulan en salas y pasillos, según pudo constatar un corresponsal de la agencia de noticias Reuters. La Cruz Roja confirmó la recuperación de 394 cadáveres desde el jueves, aunque aún continúan los trabajos y esta cifra podría aumentar. El presidente de la entidad en el país, el pastor Antoine Mbao Bogo, informó de que están excavando ya dos lugares para enterrar a las víctimas, uno para musulmanes y otro para cristianos.

Diálogo interreligioso

Ante el estallido de violencia, fieles de ambas religiones se refugiaron en las iglesias para protegerse de los ataques de los escuadrones de la muerte. Es el caso de la Iglesia de San Pablo, donde ayer se retiraron las mantas y camas improvisadas para dar paso a los miles de fieles que acudieron a misa.

«Hoy debemos fomentar el diálogo interreligioso para transformar la dinámica de violencia y guerra en una dinámica de paz y solidaridad», destacó el arzobispo de Bangui, Dieudonne Nzapalainga, durante el oficio religioso.

Mientras, los helicópteros franceses continúan realizando vuelos bajos por Bangui y hay patrullas francesas tanto en la capital como en Bossangoa, a unos 300 kilómetros al norte, donde también se han producido matanzas.

París ha enviado 1.600 militares a su antigua colonia bajo mandato de la última resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Se encargarán prioritariamente de desarmar a las milicias y a los grupos armados. La Unión Africana ha comprometido otros 6.000 militares, 2.500 más de los que tiene actualmente desplegados.