Alvaro Reizabal
Abogado
JO PUNTUA

La vida te da sorpresas

Esta vez funcionó el avión y desde España han ido nada menos que el príncipe heredero de la Corona instaurada por Franco y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. La vida te da sorpresas, porque ambos insisten a diario en no mantener tratos con terroristas

No hay mejor método para que hablen bien de uno que morirse. Una amnesia colectiva hace olvidarse de las cabronadas cometidas por el difunto a lo largo de su vida y todo el mundo se dedica a ensalzar sus virtudes. Hasta tal punto es esto así que hasta hay quien desea morirse un poco, con un ojo y el oído abiertos, para escuchar las loas y llantos que su desaparición producen. Este fenómeno generalizado es especialmente notorio cuando el difunto es un político profesional (a sueldo), probablemente por el eco que suele tener en los medios de comunicación, que, teniendo en cuenta que con frecuencia comían del pesebre servido por el ya extinto benefactor de la humanidad, le ponen por las nubes en agradecimiento por los servicios prestados y en espera de congraciarse con su sustituto para seguir pastando en los campos del señorito.

Ciertamente hay excepciones a la regla como la de Franco, que con su muerte consiguió elevar a cotas insospechadas la venta de cava catalán, y que sus colaboradores más estrechos cambiaran de chaqueta y se apuntaran al bando de los demócratas de toda la vida. Pero se trata de una excepción solo parcial, pues junto a lo anterior hubo quienes entonces le reivindicaban y otros, los chaqueteros, que ahora se siguen diciendo demócratas, pero con- tinúan su ingente tarea política y social, sin condenarle y con una amplia mayoría absoluta.

Acaba de morir Nelson Mandela y, en su caso, la regla general se ha cumplido a rajatabla. Madiba había sido condenado acusado de crear el grupo revolucionario armado Lanza de la Nación que luchó contra el apartheid y al que se acusaba de haber causado la muerte tanto de policías y militares como de víctimas civiles, mediante la colocación de coches bomba. Mandela cumplió veintisiete años de prisión. Para Estados Unidos, y todos sus aliados, como España, no era un combatiente político, sino un terrorista, y cuando fue excarcelado por haber cumplido su pena, eran muchos los que se rasgaban las vestiduras al grito de que «solo» había cumplido veintisiete años de prisión y que salía a menos de un año por cada victima. Nos suena esta música ¿verdad?

Ahora que ha muerto es un héroe, un símbolo de la paz y la concordia y todos eran sus amigos, sobre todo los que le tachaban de terrorista, que se sienten orgullosos de haberle conocido y de poder acudir a sus exequias y hacerse fotos con el móvil en compañía de otros insignes mandatarios asistentes al evento, como si aquello mas que un funeral fuese una boda o el Carnaval de Río. Sepulcros blanqueados.

Esta vez funcionó el avión y desde España han ido nada menos que el príncipe heredero de la Corona instaurada por Franco, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. La vida te da sorpresas, porque ambos insisten a diario en no mantener tratos con terroristas. ¿Será para hacer un máster relámpago y prepararse para futuros procesos? Al tiempo, que sorpresas te da la vida...