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Irán suspende las negociaciones por la ampliación de la «lista negra» de EEUU

Irán ha suspendido las negociaciones con las grandes potencias del denominado grupo 5+1 por la decisión de Estados Unidos de ampliar su «lista negra» de empresas y personas que supuestamente han comerciado con Teherán, en contra de las sanciones que ha impuesto al país persa. Irán acusó a Washington de vulnerar el espíritu del acuerdo alcanzado en Ginebra, que implicaba no aumentar las sanciones.

Irán ha suspendido las negociaciones con las grandes potencias sobre su programa nuclear que se llevan a cabo en Viena, por la decisión de Estados Unidos de ampliar la «lista negra» de empresas que supuestamente han violado las sanciones impuestas a Teherán. El Gobierno iraní considera esta decisión un gesto contrario al espíritu del acuerdo alcanzado en Ginebra a finales del mes pasado.

EEUU anunció el jueves que añadía a su «lista negra» a diez empresas y personas, la mayoría iraníes, a las que acusa de comerciar ilegalmente con Irán. Estas empresas y directivos verán bloqueados sus bienes en EEUU y cualquier empresa o persona tendrá prohibido comerciar con ellos.

Según la agencia Mehr, las negociaciones que comenzaron el lunes en Viena entre un equipo de expertos iraníes y representantes del grupo 5+1 (China, EEUU, Estado francés, Gran Bretaña, Rusia y Alemania), se han paralizado «por las nuevas sanciones americanas» y «la falta de implicación de los americanos en el acuerdo».

«El gesto americano es contrario al espíritu del acuerdo de Ginebra» en el que las grandes potencias se comprometieron a no imponer nuevas sanciones a Irán durante seis meses, denunció el negociador iraní Abbas Araghchi. «Con el fin de establecer un ambiente de cooperación, esa medida no es constructiva. Examinaremos la situación y reaccionaremos de forma apropiada», añadió.

El presidente de la comisión parlamentaria de Asuntos Exteriores, Aladin Borujerdi, también criticó «una violación flagrante» del acuerdo de Ginebra, y señaló que los responsables estadounidenses «no son dignos de confianza».

El general Yadolah Javani, responsable de los Guardianes de la Revolución, pidió al gobierno que «reaccione frente a las nuevas sanciones y tome medidas adecuadas». Por su parte, el portavoz de la diplomacia iraní, Marzieh Afkham, advirtió de que Washington «será responsable de las consecuencias» de esta decisión, mientras el embajador iraní en el Estado francés, Ali Ahani, estimó que dará argumentos a los opuestos al compromiso de Ginebra

EEUU espera volver «pronto»

Pese a ello, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, minimizó la protesta iraní al afirmar que las negociaciones se retomarían «en los próximos días».

«Hemos llegado a un punto en estas negociaciones donde es necesario consultar, tomarse un tiempo», insistió Kerry. También la responsable de la diplomacia europea, Catherine Ashton, espera que tras «consultas» en las respectivas capitales, «las negociaciones técnicas se retomarán pronto».

Pero Washington no parece dispuesto a rectificar. El acuerdo de Ginebra «no interfiere ni interferirá en nuestros esfuerzos sin descanso para desenmascarar y llegar hasta todos los que apoyan el programa nuclear iraní o intentan sortear las sanciones», justificó la medida David Cohen, subsecretario del Tesoro encargado de la «lucha antiterrorista».

En Viena, la delegación iraní negociaba detalles prácticos del acuerdo firmado el 24 de noviembre en Ginebra, con la presencia de responsables de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, encargada de supervisar su aplicación.

Según el acuerdo Irán debe limitar durante seis meses sus actividades nucleares a cambio de un levantamiento parcial y temporal de las sanciones que ahogan su economía. Además, EEUU, la ONU y la UE se comprometen a no imponer nuevas sanciones durante ese período.

Aun así, electos estadounidenses siguen preparando nuevas sanciones para forzar a Irán a que abandone su programa de enriquecimiento de uranio.

La victoria de Al Assad en Siria no es el peor escenario para EEUU

Los avances de los grupos yihadistas en la guerra siria a costa de las fuerzas del autodenominado Ejército Sirio Libre (ESL), suponen un «gran problema» para Estados Unidos, según el secretario de Defensa de EEUU, Chuck Hagel. «Tenemos que ver cómo gestionarlo con el general (Selim) Idriss y la oposición moderada», afirmó, en referencia al jefe militar del ESL. El cambio en la correlación de fuerzas ha llevado a un exdirector de la CIA, Michael Hayden, a asegurar que una eventual victoria de Bashar al Assad en la guerra podría ser «el mejor de tres muy, muy horribles escenarios», entre los que no prevé el triunfo de la insurgencia. Actualmente, a su juicio, el resultado más probable es la disolución del país entre facciones rivales, con lo que el mundo asistiría a «la toma de control por fundamentalistas suníes de una parte significativa de la geografía de Oriente Medio».

Por otro lado, la ONU alertó de que se han usado armas químicas en cinco ocasiones en Siria, según «pruebas» o «informaciones creíbles» recogidas por sus inspectores. El Consejo de Seguridad analizará el lunes este informe, que no señala responsables de los mismos.

Por otra parte, el Ejército sirio lanzó ayer una gran ofensiva contra los insurgentes en la ciudad de Adra, en una de las principales carreteras que llevan a Damasco, que hace tres días es escenario de combates.

La ofensiva se suma a varias semanas de reveses de las fuerzas insurgentes en la provincia de Damasco, donde el Ejército les ha expulsado de varios de sus bastiones que controlaban hacía un año. GARA