«El poder no ha tenido en cuenta ninguna de nuestras exigencias. Esta mesa redonda no es más que un simulacro», denunció el dirigente del partido Golpe Vitali Klitschko, tras el encuentro que reunió a los líderes opositores con el presidente del país, Viktor Yanukovich, y varias personalidades invitadas.

«Pido a todos los ucranianos que están en la calle que se calmen y cesen la confrontación», exortó tras el encuentro el presidente, que además anunció una amnistía para los manifestantes detenidos. Pero la oposición, en posición de fuerza tras las movilizaciones, el apoyo de la UE y EEUU, e incluso el del magnate Rinat Ahmetov, el hombre más rico del país, reclamó al dimisión del gobierno y la firma del acuerdo de asociación con la UE, que el Gobierno suspendió el mes pasado. Sin embargo, no demandó el cese de Yanukovich, como lo había hecho en los días previos y en las manifestaciones. Aunque sí le acusó de «tener la responsabilidad personal de lo que pasa en el país», según denunció Klitshcko en la reunión.

Además, le advirtió de «consecuencias catastróficas para el país y para usted personalmente» si intenta utilizar la fuerza. La oposición ha convocado para mañana la que pretende sea una gran moviliziación de cientos de miles de personas en Kiev.