Entre 54 y60 personas murieron ayer en una sangrienta jornada en Irak. Un doble atentado con coches-bomba mató a 22 peregrinos chiíes que se dirigían desde el norte del país a Kerbala a participar en el Arbain, festividad que se celebra 40 días después de la Ashura. También se registraron asaltos suicidas al ayuntamiento de Tikrit (norte), al Consejo Provincial de Bagdad y a una comisaría en Baiji, también al norte de la capital. Todo apunta a una ofensiva sostenida de Al Qaeda.