IKUSMIRA
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Fumigar inmigrantes en Lampedusa retrata cómo se encara el problema en la «Fortaleza Europa»

Apenas dos meses después de que más de 500 inmigrantes perdieran la vida frente a las aguas de la isla italiana de Lampedusa, nuevas imágenes grabadas por jóvenes allí confinados y difundidas por la RAI han hecho estremecer a la opinión pública. La indignación supera todos los límites al ver a inmigrantes fumigados recordando trágicos episodios de la reciente historia europea. Un campo de concentración con personas desnudas, con los brazos en cruz y bajo el frío siendo desinfectadas contra la sarna mediante fumigación es ciertamente un espectáculo de horror que da una imagen de cómo se trata el tema en la «Fortaleza Europa». Buenas palabras y buenas intenciones para buenos titulares, pero nada más.

Resulta revelador que la isla lleve el mismo nombre que el autor del «Gatopardo», la novela en la que figura la famosa frase «es necesario que algo cambie para que todo siga igual». Cambios estéticos y retóricos al margen, queda claro que el problema de la inmigración no interesa en la actual «Fortaleza Europa». Ninguna medida concreta para articular vías de inmigración justas y eficaces, solo más medios militares, más vejación e indecencia a toneladas.