Koldo LANDALUZE DONOSTIA

GipuzkoAAPs premia las mejores aplicaciones de su territorio Mi bola

El éxito de la primera edición de gipuzkoAAPs, pone en evidencia el auge de las aplicaciones para la telefonía móvil. En esta primera experiencia han participado 54 propuestas que abordan campos como la ciencia, cultura y diversas facetas empresariales y sociales.

Paralelamente al perfeccionamiento que está viviendo el sector de los llamados smartphone, se está desarrollando una gran cantidad de aplicaciones encaminadas a dotar de mayores contenidos y exprimir al máximo las posibilidades que oferta hoy en día la telefonía móvil, la cual está superando con creces a otros sectores otrora tan pujantes como el de los ordenadores domésticos.

Euskal Herria no es ajena a este fenómeno que es ya toda una realidad y, por ese motivo, la Diputación de Gipuzkoa, a través de su Dirección de la Sociedad, ha querido remarcar esta evidencia creando la primera edición de los premios gipuzkoAAPs. Según han expresado sus organizadores, esta primera iniciativa se ha saldado con un gran éxito ya que 54 empresas y profesionales del territorio han presentado sus aplicaciones para Smartphone o teléfonos móviles.

La directora foral de la Sociedad de la Información, Lore Martínez Axpe, en el acto de entrega de premios que tuvo lugar el pasado viernes en el salón del Trono del Palacio Foral, señaló que «el número de aplicaciones presentadas y su calidad son una clara muestra de que nuestras empresas se han tomado en serio un mercado que este año ha movido 25.000 millones de dólares».

Vista la gran acogida de este primer certamen de gipuzkoAAPs, la directora de Sociedad aprovechó el marco de la entrega de premios para anunciar que el año próximo habrá una segunda edición. Entre las aplicaciones galardonadas figuran Goz pro suite app -Igarle, S.L- premio a la mejor App de carácter empresarial; Euskal Herrian Ihesi -Iametza Interaktiboa, S.L.- mejor APP desarrollada a medida para una entidad; y App Domoalert Security -Domoalert, S.L- mejor App de carácter social o ciudadano.

Me han reparado mi bola de ver el futuro y aunque está algo borrosa en ciertos aspectos debido a la neblina que provoca el talo y la txistorra, en otros se ve con nitidez lo que se nos viene encima. No he querido vender mi fuerza de vaticinio a los programas nocturnos televisivos de engañabobos a los que les leen el futuro porque todavía mantenemos un mínimo de adhesión a un código ético menor: engañar y mentir, pero lo justo para mantener el cutis con pocas arrugas.

Viendo a Kiko Rivera Paquirrín ganándose la vida de manera placentera sentado de nuevo en una butaca de «Sálvame de luxe», considerando que tiene la custodia compartida de su vástago que está viviendo en Eibar, no queda claro si su futuro está presentando el tiempo en ETB, asesorando a Urkullu en asuntos taurinos o directamente nombrado embajador de España ante la Santa Sede, pero se ve claro que va a alcanzar mayores cuotas de pantalla, más dinero fácil que de momento no parece vinculado al recibo de la luz, es decir no va a estar de DJ en ningún consejo de administración de ninguna eléctrica.

Pero encadenada esa visión algo confusa, sale de manera nítida, absolutamente incuestionable que el peor gobierno de la era, después de todo este paripé de hacer ver que anula la subasta del precio de la luz tomado según la reglamentación vigente, es decir de manera legal, y forzando mucho a sus bedeles, va a dejar la subida no en el once actual, sino en el ocho por ciento, lo que sigue siendo un atraco, una barbaridad, pero que nadie va a protestar porque considerarán que rebajar un tres por ciento es un objetivo válido. Un logro de las protestas. Una magnífica gestión de eso apellidado Soria. Los palmeros lo apuntará como un éxito de Alí Rajoy.

Sobre el asunto de la regresiva, agresiva, humillante, impresentable contrarreforma de la ley del aborto encabezada por el yerno ejemplar de un ministro franquista, Utrera Molina, el cínico Ruiz Gallardón, lo que se ve en blanco y negro es sufrimiento, sangre, penicilina, viajes al infierno y humo de incensarios de las iglesias más ultras. Veo una pintada que dice: «sacad vuestros rosarios de nuestros ovarios». Nos ha tocado el flaco.