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La negociación se estanca a la vez que aumentan los combates en Sudán del Sur

Las negociaciones directas entre representantes del Gobierno de Sudán del Sur y de la rebelión se estancaron antes de empezar ayer en Adis Abeba. El Gobierno se negó a liberar a los rebeldes detenidos, mientras sobre el terreno los combates se recrudecieron.

Las negociaciones entre el Gobierno de Sudán del Sur y la rebelión se retrasaron ayer «por cuestiones de protocolo», según fuentes diplomáticas pero los mediadores temen ya su fracaso. Ambas delegaciones mantuvieron reuniones por separado con la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), organización regional mediadora en el conflicto y debían comenzar el encuentro cara a cara a mediodía de ayer, para poner fin a tres semanas de combates entre tropas fieles al presidente, Salva Kiir y las leales al ex vicepresidente Reik Machar. El enfrentamiento ha provocado ya varios miles de muertos en el estado más joven del mundo, rico en petróleo.

Liberación de detenidos

Pero unas horas antes el portavoz de la delegación gubernamental, Michael Makuei, anunció que el Ejecutivo sursudanés no cedería a las peticiones de liberar a rebeldes detenidos tras el golpe de Estado de hace dos semanas. «No estamos dispuestos a negociar como condición previa la llamada de los rebeldes y la comunidad internacional a liberar a los detenidos», afirmó Makuei, que insistió en que solo los liberará «de acuerdo con la ley y la constitución».

El IGAD y EEUU han pedido al Gobierno que libere a 11 detenidos, la mayor parte antiguos responsables del gobierno como «gesto de buena voluntad». Machar rechaza la acusación de golpe de Estado y reprocha al presidente querer acabar con sus rivales. La rivalidad personal y política se mezcla con un conflicto entre las etnias de ambos.

Los rebeldes controlan varias zonas ricas en petróleo. El sábado por la noche la capital, Juba, también vivió tiroteos y disparos de armamento pesado. Ayer muchos de sus habitantes huían hacia la frontera ugandesa sumándose a los 200.000 desplazados en las últimas tres semanas. A la vez, las fuerzas gubernamentales avanzaban para recuperar las capitales de dos de los estados en manos rebeldes, Bentiu y Malakal, y se preparaban para tomar Bor, capital del Estado de Jonglei que ha cambiado de manos en tres ocasiones desde el inicio del conflicto.

«Es cuestión de tiempo», afirmó el portavoz del Ejército, Philip Aguer, que reconoció, no obstante, que dos unidades más se habían pasado a la rebelión.