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Putin trata de tranquilizar a los gays a las puertas de los Juegos de Sochi

Bajo la amenaza de la guerrilla islamista del Cáucaso Norte presente pero sobre todo tras la aprobación de la polémica ley que prohíbe la «propaganda homosexual», Vladimir Putin trata de tranquilizar a atletas y visitantes que acudan los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi dándoles la bienvenida sea cual sea su orientación sexual, mientras minimiza a la anunciada ausencia de algunos líderes occidentales.

«La gente tiene diferentes orientaciones sexuales. Acogeremos a todos los deportistas y visitantes de los Juegos Olímpicos», declaró el presidente de Rusia, Vladimir Putin en una entrevista con varios canales de televisión rusos y extranjeros grabada en Sochi y difundida cuando quedan menos de tres semanas para la inauguración de Los Juegos Olímpicos de Invierno, un evento que se desarrollará entre el 7 y el 23 de febrero. Dos días antes había dicho que los gays deben sentirse bienvenidos en Sochi y «pueden sentirse tranquilos», siempre y cuando «dejen a los niños en paz».

Putin ha convertido los Juegos de Sochi en su prioridad y pretende que sean el espejo de la modernidad de Rusia. Por eso, a través de diferentes comparecencias públicas, está tratando estos últimos días de tranquilizar a la comunidad gay tras la reciente aprobación de una polémica ley que prohíbe la «propaganda» homosexual delante de menores y que la castiga con penas de prisión. Esta norma provocó rechazo en todo el mundo, y varias personalidades occidentales pidieron boicotear los Juegos.

Los defensores de los derechos humanos acusan a las autoridades rusas de estigmatizar a los homosexuales con esta ley, cuya vaga formulación deja la puerta abierta a múltiples interpretaciones, algo que Rusia niega.

En la entrevista de ayer, Putin defendió una vez más el texto aprobado en junio como una medida para proteger a los niños y rechazó que estuviera dirigido contra la comunidad gay, aunque sus detractores creen que es una forma de discriminación contra minorías por su preferencia sexual.

«Una ley ha sido adoptada recientemente prohibiendo la propaganda, no solo de la homosexualidad, sino de la homosexualidad y de los abusos sexuales a niños. Pero no tiene nada que ver con perseguir a gente por su orientación sexual», aseguró el presidente, quien el pasado jueves se comprometió a que ningún atleta sea discriminado.

«No deben temer nada»

«Por eso las personas que tengan esta orientación no tradicional y que tengan la intención de venir como invitados o a participar a los Juegos no deben temer nada», añadió.

También minimizó a la decisión de algunos líderes occidentales de no asistir a la inauguración de los Juegos. Los presi- dentes de EEUU, Barack Obama -quien dijo que una activista de la causa gay forma parte de la delegación oficial estadounidense-; Estado francés, François Hollande, y Alemania, Joachim Gauck, así como la canciller alemana, Angela Merkel, anunciaron que no irán a Sochi. «Algunos jefes de Estado y de Gobier- no no tienen la costumbre de ir nunca a una inauguración», zanjó Putin, quien, no obstante, señaló que sería una buena ocasión para «hablar de ciertas cosas, aunque yo no mezclaría deporte y política».

En la misma entrevista, el presidente aseguró también que Rusia hará «todo» para garantizar la seguridad de los Juegos, sobre los que pende la amenaza de la guerrilla islamista del Cáucaso liderada por Doku Umarov, que prometió impedir su celebración.

En sus primeras declaraciones tras los atentados que a finales del año pasado dejaron al menos 34 muertos en Volgogrado -aún sin reivindicar-, el viernes Putin afirmó que las fuerzas de seguridad están haciendo todo lo posible para garantizar el bienestar de atletas y espectadores y pidió a la población que no muestre «gestos de debilidad» de los que puedan aprovecharse los «terroristas».

Nepal, el último refugio para los homosexuales del sur de Asia

La decisión de India de volver a penalizar las relaciones entre personas del mismo sexo ha convertido a Nepal en el único país del sur de Asia donde los homosexuales gozan de los mismos derechos que el resto de ciudadanos. Desde que en 2007 el Tribunal Supremo reconoció la existencia del «tercer sexo» -en el que incluyó, además de a los transexuales, a gays y lesbianas- el país del Himalaya se ha lanzado a aprobar medidas que garanticen sus derechos.

«El tribunal dictaminó que la homosexualidad no es un algo fingido, sino un fenómeno natural en el cuerpo de una persona», explicó a Efe Hari Phuyal, el abogado que lideró ante la justicia la lucha por los homosexuales.

Nepal fue el primer país en legalizar la homosexualidad en el sur de Asia, al que en 2009 le siguió India, cuando el Tribunal Superior de Nueva Delhi despenalizó las relaciones homosexuales, pero el mes pasado el Tribunal Supremo revocó ese fallo.

El exparlamentario y rostro del activismo de la comunidad LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) en Nepal Sunil Babu Pant aseguró que una de las claves del progresismo nepalí es que nunca ha tenido leyes contra la sodomía, que fueron impuestas en los países de la región colonizados por los británicos, algo que no sucedió en Nepal.

En Bangladesh, India, Pakistán o Maldivas se penalizan los actos «antinatura» con penas que van desde los pocos años de prisión a la cadena perpetua, en base a un artículo impuesto por los británicos en el siglo XIX. Otros países como Bután o Sri Lanka basan en ese artículo sus leyes antihomosexuales, mientras en Afganistán el Código Penal, de 1976, considera las relaciones entre personas del mismo sexo un crimen que puede conllevar la pena de muerte.

La discriminación social, sin embargo, sigue siendo punzante en Nepal, y los activistas esperan que la sociedad evolucione igual que la ley. M. SHRESTHA