Beñat ZALDUA

El Parlament aprueba unos presupuestos centrados en las privatizaciones

CiU y ERC hicieron valer ayer su mayoría en el Parlament de Catalunya para aprobar, tal y como estaba previsto, los presupuestos para 2014, después de salvar el recurso del PP ante el Consell de Garanties Estatutaries. Se trata de unas cuentas que ponen freno a los recortes de los últimos años -aunque da por buenos los realizados hasta ahora-, pero que aumenta de forma muy destacada la partida de nuevos ingresos, no en vano la Generalitat tiene que cumplir con el objetivo de déficit del 1% impuesto por el Estado, y tendrá que hacer frente a pagos de la deuda pública por valor de 7.876 millones de euros este año.

Por ello, lo fía todo a la partida de los ingresos, a través de la creación o incremento de algunos impuestos -como el de patrimonio-, pero sobre todo a través de las privatizaciones, las concesiones y la venta de patrimonio público, de las que espera conseguir 2.300 millones.

Sin embargo, ni CiU ni ERC han detallado qué es lo que piensan vender o privatizar, por lo que los presupuestos aprobados nacen con interrogantes.

Así lo denunciaron todos los partidos de la oposición, que se dividieron en dos frentes. A un lado, CUP e ICV-EUiA denunciaron unos presupuestos que, a su juicio, ponen a la venta el país. Al otro lado, PSC, PP y Ciutadans aprovecharon, un día más, para cargar contra el proceso independentista. El PSC votó en esta ocasión en bloque, pero la dirección redistribuyó la posición de los diputados, marginando a los tres críticos a un rincón, junto a Ciutadans. La corriente crítica Avancem denunció la decisión.