Joseba VIVANCO
El árbitro debió expulsar a Diego Costa

Los leones salen vivos y fían todo a San Mamés

Flojo partido de ambos equipos, primero y cuarto de la Liga, pero que el Atlético inclinó con un solitario gol, mientras los leones no pisaron el área de Courtois y deberán intentar otra nueva remontada.

ATLÉTICO 1

ATHLETIC O

Sin ánimo de señalar a nadie, pero Ibai Gómez ejemplificó lo que venía siendo el Athletic los últimos partidos con la inercia a favor y la pobre imagen que dejó ayer en el Vicente Calderón ante un hueso duro de roer y al que no consigue tomarle la medida. El de Santutxu fue un espejismo del jugador que recibió todo tipo de parabienes ante el Valladolid y otro tanto lo fue su equipo, que repitió casi paso por paso su juego en el partido de Liga, con la fortuna de que ante un Atlético que tampoco fue el que venía siendo hace semanas, solo le hizo un gol y no dos, porque entonces la eliminatoria sí que hubiera estado casi imposible.

El Athletic sale vivo del Manzanares, es verdad, pero darle la vuelta al marcador se antoja mucho más difícil que ante Celta o Betis. Hará falta algo más que el Santuario de San Mamés. El objetivo era hacer algún gol lejos de Bilbo, pero es una quimera si eres incapaz de pisar el área rival, chutas cinco veces a puerta pero porque la estadística lo dice y ni una de ellas entre los tres palos. Tampoco es que los colchoneros hicieran mucho más, pero tuvieron una franca y la metieron. Y con eso les vale, tanto en Liga como en Copa. Incluso a poco que les hubiera acompañado la fortuna hasta hubieran hecho el segundo en alguna jugada aislada de esas en que Diego Costa se pone el mundo por montera.

Fue otra vez ese Athletic que ya creíamos olvidado, romo en ataque, nulo, desaparecido. Que no es que quiera y no pueda, sino que no sabe cómo. Y no supo sortear el entramado defensivo colchonero, ni él ni casi nadie en esta Liga, por no decir ninguno. Era un partido también para hombres y mientras los atléticos repartieron como decía el duro defensor francés Basile Boli, «golpea antes de que te golpeen, pero golpea discretamente», los bilbainos no sumaron ni media docena de infracciones. Y si encima te topas con un cobarde vestido de negro que se hace el gallito para expulsar a Aduriz en San Mamés por jurar en hebreo y se acojona cuando tiene que echar por segunda amarilla a Diego Costa, pues la cosa se tuerce aun más.

Había movido ficha Ernesto Valverde para sentar a Susaeta y Aduriz para dar entrada a De Marcos y Kike Sola y lo cierto es que las alas bilbainas apenas sí tuvieron profundidad, cualidad que le faltó al Athletic a lo largo y ancho del partido, tanto que apenas hay que anotar un chutazo de Herrera llegando desde atrás y que la mandó autografiada a algún seguidor en la grada, en la primera mitad, y un par de tiros igualmente lejanos de De Marcos y Rico en el segundo tiempo. Y así es imposible cumplir con el objetivo de marcar fuera de casa.

Mandó el Athletic hasta casi la primera media hora, sin exponerse demasiado es verdad, sin apenas trenzar juego, pero beneficiándose de un Atlético replegado, pero maniatando bien atrás a las puntas madrileñas, que incapaces de llegar a base de jugadas, tiraban de estrategia. Cada córner era una tortura para las huestes de Valverde, como el primero que se paseó casi por la línea de portería sin que nadie, ni delanteros ni defensas, atinaran a empujarla a la red, queriendo o sin querer.

Juego muy táctico, con demasiadas precauciones y poco fútbol la verdad para ser un duelo entre el colíder y cuarto de la Liga, pero donde a este Atlético no le puedes dar ni media porque te la lía. Como en la jugada del gol, continuación de un saque de esquina. Era el minuto 40 y del Athletic se esperaba algo más tras la reanudación, pero al contrario, fue el Atlético el que pudo inclinar la balanza, con los leones queriendo tocar, pero sin ideas frente al área grande de Courtois. Fue una segunda parte igualmente floja o más aun que la primera, en la que al final los del Cholo Simeone se salieron con la suya, y los de Valverde necesitarán apelar otra vez a una remontada, una final con todas las letras mayúsculas. Será la primera en serio para el nuevo San Mamés, su Santuario.

Valverde se muestra decepcionado por el partido y por un «mal resultado»

Ernesto Valverde estaba decepcionado tras el partido pero sobre todo por la imagen mostrada por su equipo. Un equipo que se ha quedado «a medias», dijo. Vio un partido bastante flojo por las dos partes, «el primer tiempo tuvieron un mano a mano, nosotros también hemos tenido una clara, ha habido aproximaciones, se veía algún peligro en algún centro, pero han comenzado dándonos campo para jugar y hemos empezado bien, pero tras un par de errores ellos se han ido haciendo fuertes». Para el técnico, «es mal resultado para nosotros. Ellos defienden muy bien estos resultados, y tendremos que tratar de remontar, tenemos que intentarlo». Sobre el colegiado, respondió que «no soy árbitro, pero para mí era segunda tarjeta y expulsión, pero bueno». J.V.