David MESEGUER AFRIN
Elkarrizketa
Mehyeddin SHEIKH ALI
Pres. del P. Kurdo Unidad Dem. (Siria)

«El régimen y los islamistas opositores comparten la negación del pueblo kurdo»

Mehyeddin SHEIKH ALI es presidente del Partido Kurdo de la Unidad Democrática, más conocido como Yekiti. Esta formación es miembro del Consejo Nacional Kurdo y aliado del Partido de la Unión Democrática (PYD) en la implementación del proyecto autonómico en Kurdistán Occidental. Forma parte del bloque kurdo que no está presente en Ginebra II.

Sheikh Ali denuncia el colaboracionismo entre algunas facciones rebeldes y grupos yihadistas para luchar contra el pueblo kurdo. Para el máximo dirigente del Partido Yekiti, la autonomía declarada en Kurdistán Occidental es un momento histórico y advierte de que no es un proceso secesionista. Respecto a Ginebra II opina que no es posible alcanzar la paz en Siria sin resolver el conflicto kurdo y denuncia las presiones de Turquía para que el bloque kurdo no esté presente en la conferencia de paz.

¿Cómo resiste la población de Afrin el sitio impuesto por el Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS)?

Sufrimos un embargo desde el verano porque las facciones opositoras quieren asfixiar al pueblo kurdo para que emigre o se rinda y así ocupar nuestro territorio. Mientras el Ejército Libre Sirio, el Frente Islámico y el Frente al-Nusra luchan contra el Estado de Irak y el Levante en algunas zonas del país, en las regiones kurdas suman fuerzas para combatirnos.

La lucha contra los grupos yihadistas vinculados a Al Qaeda ha dejado muchas bajas en las filas de las YPG.

Estos grupos radicales siguen la misma política que el Partido Baaz ha llevado a cabo durante 40 años prohibiendo los derechos de los kurdos. A pesar de ser proyectos opuestos, el secularismo del régimen y el islamismo opositor tienen en común la negación al reconocimiento de nuestro pueblo.

¿Qué valoración hace de la autonomía democrática proclamada en Kurdistán Oeste?

A pesar de la guerra, sin duda el pueblo kurdo está viviendo un momento histórico. El régimen fue forzado a retirarse de nuestra región para ir a proteger las grandes ciudades y fue necesario crear un autogobierno para ocupar este vacío de poder. Es necesario tener una administración propia que gestione escuelas, hospitales y una fuerza armada que vele por la seguridad. Nuestra formación política ya apuesta por este autogobierno en sus estatutos fundacionales aprobados hace más de 50 años.

¿Es el suyo un proyecto secesionista?

El PYD y nosotros apostamos por una Siria federal en la que los derechos de las minorías estén reconocidos. En nuestro proyecto autonómico árabes, asirios, armenios y demás minorías tienen cabida.

Se habla que en cuatro meses se celebrarán elecciones para elegir los parlamentarios de la autonomía de Kurdistán Occidental.

Primero hemos de elaborar un marco legislativo electoral acordado previamente por el PYD y el Consejo Nacional Kurdo. Es importante que las elecciones se celebren en una atmósfera adecuada para que la participación sea elevada. Las elecciones deben ser transparentes y deben estar presentes observadores internacionales de países vecinos, de la ONU e incluso de la Coalición Nacional Siria.

¿Vislumbra algún tipo de acuerdo en Ginebra II?

La solución a la crisis siria no está en manos del régimen, ni de la oposición ni del pueblo sirio. La tiene la comunidad internacional. Por ello, es importante que países vecinos como Irak, Líbano, Turquía, y Jordania estén presentes, así como las potencias regionales que apadrinan facciones como Irán, Arabia Saudí, Qatar y Egipto. Deben ser EEUU y Rusia los que impulsen algún tipo de acuerdo.

¿La no invitación del bloque kurdo a Ginebra es fruto de las presiones de Turquía?

La política represiva de Ankara hacia los kurdos sigue siendo la misma desde hace décadas y ahora demás teme que la revolución de Rojava se contagie dentro de sus fronteras. El gobierno de Erdogan presiona a la Coalición Nacional Siria, con sede en Estambul, y a la comunidad internacional para que las principales formaciones kurdas no estén presentes en las negociaciones y así no se hable de la cuestión kurda.

¿Puede haber paz en Siria sin tener en cuenta las demandas del pueblo kurdo?

La mala experiencia del Tratado de Lausana de 1923, que dejó a los kurdos sin estado, pesa mucho en el imaginario colectivo. Está claro que no puede haber paz en Oriente Próximo sin resolver el conflicto kurdo y la comunidad internacional debe hacer frente a este error histórico cometido durante la época colonial.

Algunos líderes kurdos integrados en la Coalición si están presentes en Montreux.

El hecho que políticos como Abdul Hakim Bashar y Abdul Hamid Darwish asistan a la conferencia no les confiere legitimidad para negociar en nombre del pueblo kurdo. La plana mayor del PYD y del Consejo Nacional Kurdo no estamos presentes y somos nosotros quienes tenemos un mayor apoyo popular.

¿Qué opina de la fluida relación del presidente de Kurdistán Sur, Massoud Barzani, y del primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan?

Las relaciones económicas y de seguridad entre Turquía y el gobierno de Kurdistán Sur son más estrechas y fluidas que nunca. Que mantengan reuniones periódicas entra dentro de la normalidad, pero Barzani también debería estrechar lazos con los kurdos del norte y reunirse con Ahmet Türk, Leyla Zana o Osman Baydemir (BDP). Sólo de esta forma el confederalismo democrático kurdo puede avanzar.

¿Es la presencia de Bashar al-Assad en un futuro Gobierno de transición el principal escollo entre ambas partes?

El rol que debe jugar al Al-Assad debe ser decidido en Ginebra. A pesar de lo alejadas que están las posturas es una gran oportunidad para poner fin al conflicto y acordar la formación de un gobierno de transición que tenga autoridad en los asuntos exteriores de Siria. Esto debe ir acompañado de una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que fuerce al régimen y a la oposición a una tregua, garantice la apertura de corredores humanitarios e inste a las partes a luchar contra Al Qaeda.