Asier Landa, Cristina Zeziaga, Josu Arana (*)
Miembros de la Plataforma Bazkideak
GAURKOA

Cooperativas: pasado y presente

«No convencían, asustaban», en estos términos valoran los autores la actitud de la directiva de la Corporación Mondragón en la toma de decisiones. En su artículo, muy detallado y crítico con la deriva que observan en relación a lo que deberían ser sus principios, defienden la democracia participativa y una vuelta a los valores fundacionales.

Pronto se cumplen 60 años desde que una ideología basada en la democratización de las organizaciones productivas y su compromiso con el territorio articulara unos valores y principios dirigidos a situar la persona por encima del capital. Más concretamente a todas las personas, ya que la solidaridad entre ellas era otro valor determinante a la hora de conseguir democratizar la empresa con el objetivo de crear empleo. Es un compromiso con el territorio y una alternativa al capitalismo y a su lógica mercantilista.

Actualmente la realidad es otra. Las estrate- gias de internacionalización y su gestión para llevarlas a cabo en Fagor Electrodomésticos (FED) se han caracterizado por la carencia de valores y principios antes indicados. El modelo de democracia que exige ese cooperativismo para ser tal no es el modelo representativo y el voto una vez al año, es el participativo. En empresa el modelo representativo es mera tecnocracia. Para poder participar y sentirse parte es imprescindible la transparencia, la información detallada y al día de todos los ámbitos de la empresa.

Pero esa participación no ha existido. La directiva ha optado por una representación hermética en la toma de decisiones. Pura tecnocracia. La ocultación de información decisiva para el futuro de la empresa ha sido impresionante. Se ha optado por el miedo a la inseguridad y la resignación ante el convencimiento con la típica argumentación de «hacemos lo que nosotros decimos o cerramos». No convencían, asustaban.

Estas decisiones por parte de la directiva han antepuesto la lógica de mercado y el capital a la persona y el compromiso con el territorio, ya que no nos olvidemos, esta estrategia (fabricar en Polonia para vender en China), destruía una gran cantidad de puestos directos. La idea mercantilista que define la presencia exterior de la empresa como incrementadora de empleo en la matriz parece no cumplirse de manera absoluta. Además, su estructuración hace peligrar el mantenimiento de los valores cooperativos primigenios. La situación actual es la mejor muestra de ello.

Además, un endeudamiento bestial unido a un sobredimensionamiento estructural ha llevado a la empresa a no poder hacer frente a su deuda. No olvidemos que la caída de FED se debe a una pésima gestión en la estrategia de deslocalizar la producción industrial, no simplemente a un mercado en retroceso como nos lo han querido vender desde hace muchos años. La caída de ventas es un factor negativo, pero no la razón absoluta.

Las consecuencias son en algunos casos dramáticas. En el intento de conseguir créditos y avales, las bajadas salariales aceptadas (colocándonos al 80%) han mermado la capacidad de las familias. Todo ello se agrava en situación de desempleo, ya que a lo reducido hay que reducirle otro 20%. Mientras que la dirección cobraba cien mil euros anuales, la base social rondaba el mileurismo mensual.

Y decimos que algunos casos son dramáticos ya que hay personas que estan pidiendo ayudas sociales para poder comer. Esto se debe a que al no respetar la fecha de cobro de las prestaciones de ayuda al empleo, Caja Laboral (cooperativa de crédito creada en 1959 bajo los mismos valores antes descritos: persona por encima del capital, solidaridad...), ejecuta las hipotecas y gastos corrientes dejando las cuentas a cero y cobrando penalizaciones e intereses de demora, a sabiendas de que esas personas podrán hacer frente a sus gastos a lo largo del mes. Ante peticiones de retraso de los pagos, Caja Laboral aduce que el Banco de España obliga a los cobros y ofrece mini-créditos al 6%. Es repugnante que incluso intenten hacer negocio de una tragedia. Solucionarlo es cuestion de voluntad.

La normativa de Lagun Aro EPSV en algunos casos tampoco ayuda con respecto al empleo. Es una normativa escrita en otra realidad socio-económica y no se ajusta a las necesidades actuales. La normativa que elimina la ayuda al empleo (prestacion por desempleo) si el mutua-lista trabaja temporalmente fuera del régimen de Lagun Aro, está llevando a que no se acepten empleos temporales (que se querrían aceptar) para no perder esa ayuda al empleo duradera durante dos años. El trabajo y las prestaciones son dos derechos fundamentales que nos corresponden y no tenemos por qué elegir entre el uno y el otro. Es de justicia poder acep-tar un trabajo fuera y retomar las ayudas al em-pleo mutualistas cuando ese trabajo finalice. Vivimos una situación excepcional y las solu-ciones tienen que ser también excepcionales.

Ante la caída de FED la Corporación Mondragón ha desplegado toda su influencia en forma de propaganda mediática intentando dar la sensación de que todo se va solucionando. Hablan de una oficina de empleo y reubicaciones de cientos de socios.

La supuesta oficina de empleo no existe. Es personal de recursos humanos de FED quienes en alguna oficina inaccesible presencialmente comunican a los socios las entrevistas a las que deben acudir, sin ser estas garantia de colocación. No existe control social. No sabemos los criterios reales utilizados para llamar a una persona o a otra. Esto está generando desconfianza y nerviosismo. El mayor perjuicio lo están padeciendo, entre otras, las personas con problemas médicos. Les falta información sobre su situación y sienten que falta compromiso con este colectivo.

Es respecto a las reubicaciones donde mayor desinformación interesada se está transmitiendo. A día de hoy no existe ni una sola reubicacion, ya que estas se dan cuando el socio ha accedido a un puesto estructural con caracter de consolidación, es decir, definitivo. Actualmente, los puestos ocupados en otras cooperativas son coyunturales, utilizados por la empresa activándolos o eliminándolos segun la carga de trabajo. Estos los realizaban en su mayoría trabajadores eventuales antes de acabárseles el contrato.

Es un mero cambio de cromos, salen eventuales y entran socios. Estos puestos, además de pasar el problema del socio al eventual (se mantiena la pérdida de empleo), tampoco es la solución definitiva para el socio, ya que esa eventualidad le va a impedir un puesto consolidado. Esto se agrava cuando la empresa de origen (FED) desaparece. Nos que-damos sin condición societaria (al no conseguir otro puesto consolidado), nadie tiene ningún compromiso laboral con nosotros y llegamos a perder la condición de mutualistas. Vamos, que lo perdemos todo. Esta realidad nos convierte en enfermos terminales con dos años de vida.

El tiempo corre en nuestra contra y la Corporación no se compromete y no da garantías de nada. Todo es pura propaganda.

La alta instancia que debería de dar ejemplo de los valores y principios, los cuales predica a los cuatro vientos, es actualmente líder en des-protección de trabajadores y empleos. Los casos de Edesa y Grumal son muy representativos.

Con Edesa y el mantenimiento del empleo viable, la Corporación actúa de forma irrespon-sable. Con Grumal han demostrado nula responsabilidad con los compromisos adqui-ridos. Es el caso más clarificador de su despre-cio al futuro de personas que estaban aportan-do con su trabajo el enriquecimiento local.

Es por todo ello, que las nuevas líneas de actuación-marco para los próximos años que la cúpula de la Corporación Mondragón anuncia quiere diseñar en una «etapa de reflexión», tiene que extenderse a todo el colectivo cooperativista. Pedimos democracia participativa. Pedimos que se nos escuche y se actúe en consecuencia. Que se ponga en valor la aportación de cada persona y que seamos, de una vez por todas, alternativa al capitalismo. Esta tierra se lo merece.

(*) Firman asimismo este artículo: Rocio Sánchez, José Luis Moreno e Izaskun Zeziaga.