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Damasco acusa a EEUU de reanudar el suministro de armas a los rebeldes

Mientras los civiles sitiados en la zona bajo control rebelde de Homs siguen sin recibir ayuda, las negociaciones en Ginebra sufrieron una nueva interrupción ayer después de que Damasco acusara a EEUU de haber reanudado el suministro de armas a los rebeldes.

Las negociaciones se interrumpieron en la mañana de ayer tras la presentación por parte de la delegación del Gobierno sirio de un comunicado en el que acusa a EEUU de haber tomado la decisión, en una reunión secreta en el Capitolio, de reanudar la entrega de armas a los rebeldes.

Justo cuando ambas partes iban a abordar el documento base de Ginebra I, que prevé un Gobierno de transición acordado, los representantes de Damasco pusieron sobre la mesa el tema y añadieron que «esta decisión es un intento de impedir toda solución política en Siria».

El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, evocó durante la apertura de la conferencia en Montreux la posibilidad de presionar a Damasco «con diversas opciones, incluida más ayuda a la oposición».

Los delegados gubernamentales exigieron que la parte opositora, la Coalición CNFORS, estampara su firma en su denun- cia. Por contra, sus delegados saludaron la medida.

En estas circunstancias, el mediador de la ONU, Lajdar Brahimi, suspendió las reuniones bilaterales de la tarde, lo que ali- mentó rumores sobre la ruptura de las negociaciones. Este extremo fue negado por ambos bandos, que se comprometieron a seguir hoy en Ginebra.

Nada se mueve en Homs

El lunes, la delegación gubernamental saboteó el debate sobre el documento Ginebra I presentando una declaración de principios sobre la soberanía de Siria y la no injerencia.

A la vista de lo ocurrido ayer, todo apunta a que la estrategia de Damasco pasa por obstaculizar cualquier debate sobre un Gobierno de transición.

En la misma línea, su compromiso de aliviar la situación humanitaria en la zona bajo control rebelde de la ciudad de Homs sigue sin ser cumplido cuatro días después. Damasco pide ora «garantías» para que el convoy de ayuda humanitaria no caiga en manos de los «terroristas», ora propone realojar a todos los civiles atrapados en zonas alejadas de su ciudad.

Las organizaciones humanitarias han recordado que, según el derecho humanitario, no se puede obligar a la población a ser evacuada contra su voluntad.

De 3.000 civiles atrapados en el casco viejo de Homs, 250 mujeres y niños han aceptado ser evacuados. El resto insiste en quedarse, por solidaridad o por temor a represalias.