El pleno de la Asamblea Nacional de Nicaragua debatió ayer en segunda y definitiva instancia un proyecto de reforma parcial a la Constitución, impulsada por el oficialismo, que le otorga más poderes al presidente del país, Daniel Ortega.

La reforma, aprobada en primera instancia el pasado 10 de diciembre por la mayoría sandinista en el Congreso, establece la reelección indefinida, la posibilidad de elegir al presidente en primera vuelta y con mayoría simple de votos y le faculta a emitir decretos ejecutivos.