Joseba VIVANCO
Los porteros fueron los grandes protagonistas de un vibrante encuentro

Eliminados, pero no vencidos

Gran primera mitad de los leones en la que igualaron la eliminatoria, pero el empate tras el descanso fue una losa imposible de superar.

ATHLETIC 1

ATLÉTICO 2

Fidel Uriarte, aquel «prototipo de futbolista del Athletic» como le bautizó Carmelo Bernaola, arengaba en el vestuario a los suyos antes de cada partido. «Hoy, ganamos», les decía. Podía perder en el marcador, pero jamás en el campo de juego. Como el Athletic anoche, ese por el que todavía palpita la fe en la victoria que les contagió Marcelo Bielsa, incluso asumiendo que el éxito es solo una excepción que ocurre de vez en cuando en equipos como el nuestro. Y también eso lo sabe reconocer San Mamés, su afición. Grande ayer. Porque como nos legó otro sabio del fútbol, el malogrado brasileño Sócrates, «no jugamos para ganar, jugamos para que nos recuerden». Y como a otros antes que a ellos, que ganaron sí, pero también perdieron, deseamos un día recordar a estos leones. Como a Fidel Uriarte.

No pudo ser y a fe que el Athletic lo intentó. Hasta lo vio cerca, al alcance de la mano cuando consiguió lo más difícil, igualar la eliminatoria antes del descanso. Pero este Atlético es un hueso duro de roer, y más si tiene bajo palos a uno de los mejores porteros del mundo. Y eso que ayer Iago Herrerín no le anduvo nada lejos. Ellos dos impidieron que un trepidante partido terminara con un marcador de otras épocas ya lejanas.

Pocos peros se le pueden poner a la derrota y eliminación de los leones, salvo esos iniciales minutos de ambas partes, en los que, en la segunda, el Atlético selló su clasificación con el empate de su mejor hombre ayer, el navarro Raúl García. Por lo demás, su primer tiempo fue de nota muy alta, nada que ver con el segundo muy mediatizado por la necesidad de hacer dos goles más. Fue entonces cuando lo siguió intentando, pero ya la clarividencia de Herrera, Iraola, Susaeta, Muniain, se esfumaba y el equipo terminó perdiendo gas hasta recibir la estocada de un Diego Costa que apenas había dado señales de vida.

Primeros minutos claves

Reclamaba Ernesto Valverde velocidad a la pelota, pero los rojiblancos tuvieron que poner pausa al juego porque los dos equipos saltaron tan desatados al mojado y rápido césped de San Mamés, que a punto estuvo de costarle un disgusto. Un Athletic impreciso de inicio concedió a los 33 segundos un mano a mano de Diego Costa con Iago que el rojiblanco sacó con un pie. Ahí se apareció Mamés, el santo. Herrera chutó cruzado un minuto después, Laporte veía la amarilla por derribar al hispano-brasileño dos más tarde... Valverde corregía a los suyos a pie de campo.

Aquello era un descontrol, una locura incierta. Justo hasta que los bilbainos pusieron calma al partido, Iturraspe tomó el mando, el Atlético activó el modo encastillamiento y los leones inclinaron el juego hacia la meta de un Courtois que demostró que vale lo que pida.

Ni las dos habituales líneas de cuatro del Cholo Simeone, ni su alabada actitud defensiva, el guardameta belga fue el verdadero baluarte de los colchoneros hasta que cuando ya olía a vestuarios, el meritorio y calculado juego de los locales tuvo un premio que se veía venir: balón al costado, Muniain deja para que Balenziaga centre y allí, colgado del cielo, cual Telmo Zarra en aquellos balones milimétricos de Piru Gainza, desciende Aritz Aduriz para hacer imposible con su testarazo la estirada de Courtois. San Mamés casi se viene abajo. Y decimos casi porque apenas dos minutos después, sobre el bullicio de San Mamés se oyó a alguien reclamar un sponsor porque era la jugada de la noche, de tiralíneas, fútbol de quilates, que acabó con sendos remates de Iraola y Aduriz y otros tantos paradones de Courtois. La había tenido también Raúl García en un cabezazo, como la tuvo Rico en un derechazo. Pero ambos equipos se iban a vestuarios firmando tablas en la eliminatoria, con una abrumadora posesión del balón del 76-24% a favor de los bilbainos.

El Cholo debió leer la cartilla a los suyos, asombrosamente permisivos en defensa, y con desventaja en el partido pareció tener claro que debían ir a por un gol o lo pasarían mal. Y así fue, salieron los colchoneros a apretar arriba, amagaron primero, salvó el gol Iago y a la tercera la vencida, dos remates seguidos de Raúl García y a dentro.

Ahí se acabó el partido y la eliminatoria. Era el minuto 53 y de ahí al final apenas contabilizó el Athletic tres remates en los que Courtois se volvió a lucir. Lo intentó con fe la manada rojiblanca, por bandas, por dentro, pero para entonces la muralla colchonera era ya infranqueable. El Athletic hacía circular el balón pero sin profundidad. Ni siquiera cuando Valverde dio entrada a Kike Sola y se la jugó con dos puntas, los rojiblancos enviaron un solo balón colgado al área.

El segundo gol madrileño en las postrimerías del encuentro fue casi para la galería, con los leones ya volcados e impotentes, viendo cómo se les iba la eliminatoria. Al final, el Atlético se llevó el duelo no por demostrar que juega más que el Athletic, sino por la diferencia de un gol, el que anotó en la ida.

San Mamés, vencido por primera vez, despidió a los suyos al grito de «Beti zurrekin», en la que se confiaba podía ser una gran noche y no fue. Como repetía otro de esos leones legendarios, Rafa Iriondo, cada vez que perdía, se tomaba una aspirina y a la cama. El domingo será otro día. Llega el Madrid.

Ernesto Valverde: «No creo que nos pase factura porque el partido ha sido bueno»

Ernesto Valverde opinó tras el partido que, a pesar de la eliminación, el cruce contra el Atlético «va a servir para aprender» de cara a un campeonato de Liga que «genera ilusión» en la lucha por la cuarta plaza. «Somos un equipo que hacemos muchas cosas buenas. No creo que esto nos pase factura porque el partido ha sido bueno», destacó el técnico que, «sin querer dar la impresión de lloriquear», sí se quejó de que «el error» de Mateu Lahoz al conceder validez al gol de Raúl García en el 1-1 fue claro: «Aunque creo que no la ha visto, la falta de Miranda a San José ha sido clarísima. Pero no tengo que decirle nada porque se equivoca igual que los demás. Errores cometemos todos», señaló.

Valverde dijo también que pudieron haberse ido al descanso «con una renta mayor» que el 1-0 y que, ya en la segunda mitad, después del gol del empate, «el Atlético se ha hecho fuerte en su posición y ha defendido bien. No hemos perdido la fe, pero ellos se han defendido bien y no hemos llegado como en el primer tiempo. También hay que poner en valor lo que tiene el contrario. La pena es que hemos perdido la eliminatoria y también el partido, pero ha sido por ir muy arriba a intentar la remontada», añadió.

Diego Pablo Simeone, por su parte, pedía «ante todo un gran respeto por el Athletic, su gente y su maravilloso estadio -al ser preguntado por la semifinal contra el Real Madrid-. Más allá de insultos, todos somos del fútbol. En este campo se vive fútbol puro y es envidiable como la gente está con su equipo y le alienta aunque el resultado sea negativo», destacó. Sobre el partido, comentó que después de «controlar el partido en los primeros treinta minutos, el Bilbao hizo un final de primer tiempo impresionante. Pero en el global y en la segunda mitad las situaciones más claras fueron las nuestras». GARA