Una nueva serie de atentados provocó ayer al menos 33 muertos y decenas de heridos en Bagdad. Uno de ellos, con una veintena de víctimas mortales ocurrió frente al ministerio de Asuntos Exteriores, al borde de la denominada «zona verde», sector fortificado de la capital donde se encuentran el Parlamento y la embajada de Estados Unidos.

Según responsables de seguridad, se trató de un coche bomba aunque varios testigos hablaron de un kamikaze. El sector del Ministerio de Exteriores ya fue escenario de atentados en 2009 y 2012.

Los servicios de seguridad desactivaron otro artefacto ante el Ministerio de Petróleo.

Atentados consecutivos

El segundo atentado fue un ataque suicida delante de un restaurante. Otras 10 personas perecieron y 24 sufrieron heridas por el estallido de dos coches bomba de forma consecutiva en la zona de Yisr Diyala, en el suroeste de la capital, mientras que otro ataque similar causó ocho heridos en el barrio cercano de Al Zafarana.

Además, dos hombres murieron y diez sufrieron heridas por el estallido de un coche bomba en la zona de Al Seha, en el sur de Bagdad, y otras seis personas resultaron heridas por el impacto de un proyectil en la calle Haifa, en el centro.

Por otra parte, al menos 13 personas, la mayoría de ellas miembros de las fuerzas del orden, murieron y 47 resultaron heridas en otros actos de violencia registrados en otras zonas de Irak.

Estos ataques se producen mientras las fuerzas de seguridad siguen tratando de recuperar el control de varios sectores al oeste de la capital, en la provincia de Al Anbar, donde un levantamiento de la comunidad suní, que Bagdad atribuye al Estado Islámico de Irak y Levante, se hizo con el control de las ciudades de Faluya y Ramadi.

El pasado mes de enero se produjeron más de mil muertos, en un repunte de la violencia en el país.