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Moscú pide explicaciones y advierte contra un cambio de rumbo en Kiev

El portavoz del presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró ayer que Rusia está cada vez más preocupada por el retraso de Ucrania en el pago de sus faturas de gas y pidió explicaciones sobre su evolución política, advirtiendo implícitamente de que un cambio de rumbo en el país podría impedirle conseguir el resto de la ayuda prometida por Moscú. Mientras, las protestas antigubernamentales continuaban y la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, instaba a Kiev a «hacer más» en materia de reformas para salir de la crisis.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, señaló a la radio Kommersant que Putin no reconsiderará su compromiso de conceder una ayuda de 15.000 millones de dólares a Ucrania y de reducir el precio del gas ruso entregado a Ucrania, siempre y cuando Kiev respete sus compromisos con Moscú. «Si todo el mundo sigue estrictamente la letra de los documentos existentes, nadie tiene que cambiar nada», dijo.

Sin embargo, agregó que «estamos muy preocupados por el aumento de la deuda por el suministro de gas». La deuda, según Gazprom, ascendía a finales de enero a 3,29 millones de dólares.

Peskov confirmó lo ya manifestado por Moscú, en el sentido de que el Kremlin vigilará de cerca la línea que mantenga el nuevo Gobierno ucraniano que reemplazará al de Mykola Azarov, que dimitió hace una semana, y el uso que dé a los fondos entregados por Rusia.

Vladimir Putin indicó la semana pasada a los líderes de la UE en Bruselas que Rusia cumplirá con los términos de su acuerdo de apoyo financiero a Ucrania sin tener en cuenta quién lidere el Gobierno en Kiev.

«Obviamente, pasará un tiempo antes de que el nuevo jefe de Gobierno se halle en situación de explicar en Moscú hasta qué punto seguirá la política del equipo precedente -añadió Peskov-. Solo queremos saber qué va a pasar con estos fondos».