Al PNV no le gusta la labor de fiscalización que efectúa EH Bildu desde que accedió a las instituciones. Ayer lo dejó claro en las Juntas Generales de Bizkaia el apoderado Jon Sánchez, que negó «irregularidades» en todo lo que ha rodeado al proyecto de Txakolingunea y denunció una supuesta «estrategia electoral y comunicativa» de la coalición que consistiría, añadió, «en articular titulares contra el PNV copiando la estrategia de Goebbels».

En una comparecencia solicitada por los soberanistas, la diputada de Cultura se limitó a responder sobre las cuestiones planteadas por la portavoz de EH Bildu Irune Soto, precisando que iba a hablar de todo lo que tiene que ver con la colaboración foral en la elaboración de los pliegos del concurso para habilitar el espacio expositivo del Museo del Txakoli de Bakio y la valoración de las once ofertas presentadas. Posteriormente, a través de la red de museos Bizkaikoa, gestionará esa infraestructura que el Ayuntamiento ha cedido a otra sociedad foral -Azpiegiturak- por 75 años a cambio de un canon anual.

Josune Ariztondo insistió en que no iba a «inmiscuirse» en la licitación, procedimiento que investiga la Fiscalía de Bizkaia tras aportarle la información los ediles bakiotarras de EH Bildu. «No hacemos labores de vigilancia a una labor que corresponde al Ayuntamiento», precisó, añadiendo posteriormente que hay otras instituciones implicadas, en alusión al Ministerio de Cultura y el Gobierno de Lakua.

Ariztondo sí dio un titular, desviando la atención sobre las irregularidades y retrasos. Anunció que Txakolingunea se inaugurará «en menos de seis semanas» y tendrá un presupuesto anual de 145.500 euros.

«Proyecto fantasma»

Para EH Bildu, el proyecto que pretende atraer turismo y actividad económica relacionada con el txakoli a Bakio, es «un proyecto fantasma» que les genera «demasiadas dudas».

«El proyecto no se lo cree nadie», enfatizó Soto. «Nadie se cree -puntualizó- que se inviertan tres millones para un elkartegi de 750 metros cuadrados y que se va a utilizar solo para oficinas». Ariztondo dijo que esperan 4.000 visitantes el primer año y 10.000 a partir del quinto.

La portavoz soberanista censuró que la Diputación no hubiese efectuado seguimiento alguno y tampoco establecido medidas de control. A lo largo de sus intervenciones, repitió que la Diputación vizcaina, en su calidad de asesora en el proceso de licitación, tendría que aclarar por qué se otorgó el proceso a la UTE encabezada por Baleuko. Tampoco faltó la referencia a la información publicada ayer por GARA respecto a la devolución de las ayudas otorgadas por el Ejecutivo español.