El gasóleo derramado por un camión en un choque previo, unido a una calzada mojada por la lluvia y a «la velocidad inadecuada», fue lo que provocó que «muchos vehículos» perdieran el control y colisionaran en cadena el 20 de enero en el túnel de Istiña de la AP-8, en el término de Deba, con el resultado de 19 heridos.

Ese fue, «según todos los indicios», el motivo del accidente múltiple con 29 vehículos implicados, entre ellos 5 camiones -2 con mercancías peligrosas- y un autobús de línea de Pesa, según informó ayer el director general de Infraestructuras Viarias, Joseba Altube, en las Juntas Generales de Gipuzkoa. Este compareció, junto a la diputada de Movilidad e Infraestructuras Viarias, Larraitz Ugarte, para explicar la gestión de aquel siniestro, que, como dijo, fue llevada a cabo por Bidelan de forma «adecuada» y coordinada con Ertzaintza, Bomberos y servicios de emergencias.

Labor de emergencias

Tanto «la detección» del suceso como la activación del plan de emergencias «se hizo con bastante celeridad» y «se cumplieron todos los pasos del protocolo establecido», aseguró Altube, quien destacó la importante labor desarrollada por los distintos profesionales que intervinieron en esas actuaciones.

Según la narración exhaustiva de lo ocurrido, todo empezó a las 15.09 en el punto kilométrico 57 de la AP-8 en sentido a Bilbo, después del túnel de Itziar y poco antes del de Istiña, donde se produjo una colisión por alcance, sin heridos, entre un camión cisterna y un turismo, que provocó una pérdida de gasóleo del vehículo pesado «que se extendió por unos 700 metros de la carretera».

Apenas cuatro minutos después, otro accidente un poco más adelante hizo que tres vehículos se quedaran «apartados a la salida del túnel», tras lo cual chocaron otros que venían detrás, entre ellos un camión con mercancía peligrosa.