El Ibex se ha puesto a mirar hacia los 10.000 puntos, pese a que el BCE, tras mantener los tipos de interés en el 0,25%, repitió ayer el discurso conocido. Es decir, por ahora no hay riesgo grave de deflación y están preparados para tomar medidas inmediatas. Asimismo, se sigue adelante con la recuperación económica, a pesar de algunos obstáculos propios de la etapa de crisis. En Estados Unidos, sin embargo, sí había motivos para acelerar a los índices de Nueva York. El dato del paro semanal era bueno. Se solicitaron 22.000 subsidios menos, hasta 331.000, cifra inferior a la esperada. Esta referencia animaba a los inversores del otro lado del Atlántico y ayudaba también a relanzar las bolsas europeas. El Ibex terminó con 9.964,60 puntos, después de sumar un 1,94%. Regresa, además, a la zona de ganancias anuales con una subida del 0,48%. Por su parte, París se anotó un 1,71%, Londres, un 1,55%, y Fráncfort, un 1,54%. Dentro del Ibex, Sacyr sigue en primer plano por la falta de acuerdo en las obras del Canal de Panamá. Ayer recuperó un 2,41%. El sector financiero en bloque dio el empujón definitivo al Ibex. Popular subió un 5,97%, Bankinter, un 3,89%, y Caixabank, un 3,27%. Además, el resto, incluidos BBVA y Santander, mejoraban más de un 2%. Solo FCC (-2,01%) y Viscofan (-1,76%) quedaron al margen de las ganancias. En París, el único valor en rojo era Sanofi (-2,66%). La compañía farmacéutica ganó 6.687 millones de euros en 2013, un 17,5% menos. Alcatel-Lucent, por su lado, subía un 9,18%, alentado por el éxito de la reducción de costes y la reorganización de su estrategia.