Fede de los Ríos
JO PUNTUA

De besugos, revoluciones y homosexuales

BeBesugo es el nombre vernáculo que reciben los peces de la familia de los espáridos. Aquí les mostraremos dos: el Pagellus bogaraveo y Pagellus acarne. Las afirmaciones del Pagellus bogaraveo acostumbran a impedir todo posible diálogo que no sea el de besugos:

A juicio de la alcaldesa no elegida de la Villa de Madrí Ana Botella (Ann Bottle, en la intimidad) considerar lícitos los escraches como forma de protesta es algo de «una gran gravedad» y «muy peligroso para el Estado de Derecho». Así ha voceado por la emisora de radio de los obispos españoles (la COPE). Referíase, la mujer-mujer del Líder, a la decisión del TSJM de archivar la causa abierta por el escrache que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca organizó frente al domicilio de Soraya Sáenz de Santamaría. Los jueces no deben estar guiados por el populacho: «He leído incluso algún auto que habla de que se tienen que guiar por el sentir de la calle. Eso no es así, eso era así en la Revolución Francesa». Ana no es partidaria de revoluciones, siquiera burguesas, donde extrañas ideas de igualdad y libertad basadas en la razón acaban con el Derecho Divino del Antiguo Régimen e instauran una separación de los poderes del Estado. Es ver a la infan- ta Cristina camino del tribunal y representársele María Antonieta camino del cadalso, increpada por el vulgo sediento de sangre azul, a punto de perder la cabeza por amor a sus maridos. Ellas no sabían nada, no por necias sino por tratarse de mujeres enamoradas al servicio de sus maridos.

El otro espárido un Pagellus acarne se llama Jesús Fernández y es el abanderado español en los Juegos Olímpicos de Invierno. La «esperanza española» declaraba en un diario que «mejor que los homosexuales se corten un poco estos días en los Juegos y luego que sigan con su vida» porque «los Juegos son deporte y no política. Yo tengo mi opinión y no me meto en lo que piense cada uno, aunque creo que, quieras o no, hay que respetar las leyes de país que visitas. Tampoco me parece un gran dilema». ¿Qué es en lo que se tienen que cortar en los Juegos? ¿No podrán practicar nuestros chicos el clásico coito anal al que nos tienen acostumbrados durante los slaloms? ¿Nos perderemos excitantes tijeras de las participantes de esquí acrobático? ¿Y los fist-fucking en las acrobacias del Snowboard? ¿Nos privará el propio Jesús de poder verlo hacer piruetas al patinar con faldita de cuadros escoceses en vez de los sosos leegins tan alejados de todo glamour?

¡Ay Javi, deporte y política no casan bien! La homosexualidad siempre tan politizada y escorada hacia la izquierda y la heterosexualidad tan apolítica, es decir tan creyente y de derechas. Ortodoxos popes y católicos prelados estarán contigo, pues, al igual que Putin y Ana Botella, tampoco son partidarios de revoluciones ni de homosexualidades y padecen de incontinencia oral.

A diferencia de otros peces el besugo, desgraciadamente, no muere por la boca; muchas veces, como ocurre con la realeza, es necesario separar su cabeza del tronco.