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La Eurocámara critica el aumento de la pobreza y el paro en los países rescatados

Los eurodiputados de la Comisión de Empleo del Parlamento Europeo denunciaron ayer el aumento de la pobreza, la exclusión social y las tasas de desempleo en Grecia, Irlanda, Chipre y Portugal como consecuencia de los programas de ajuste establecidos por la troika.

El informe aprobado por los europarlamentarios, que todavía debe ser ratificado por el pleno en marzo y del que ya se ha distanciado el PP europeo, lamenta las consecuencias sobre varios aspectos sociales y el empleo de las políticas impulsadas por la tríada que forman el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE).

A propósito de las tasas de pobreza, los eurodiputados muestran su preocupación por el hecho de que los programas de rescate incluyan «recomendaciones para recortes específicos en áreas fundamentales de la lucha contra la pobreza, como las pensiones, los servicios básicos, la atención sanitaria y los productos farmacéuticos».

El informe observa que, comparando las cifras de 2008 y 2012, «la distribución de ingresos creció de forma desigual en los cuatro países, y que los recortes en prestaciones sociales y desempleo derivados de las medidas de austeridad están incrementando los niveles de pobreza, al igual que las reducciones salariales provocadas por las reformas estructurales».

Los eurodiputados lamentaron el hecho de que el nivel de personas en riesgo de pobreza o exclusión social haya incrementado en los cuatro países y destacaron que la proporción de personas en ese umbral ha aumentado hasta el 26% en Portugal y el 15% en Irlanda.

En cuanto al paro, el texto lamenta que «las políticas de ajuste y las reformas estructurales han llevado a tasas de desempleo dramáticas, elevados índices históricos de pérdida de empleo y a un empeoramiento de las condiciones de trabajo». Destacan «con gran preocupación» que son las personas jóvenes quienes están sufriendo los mayores niveles de desempleo, lo que conlleva situaciones sumamente devastadoras, como la que se vive en Grecia, donde la tasa es superior al 50%, o en Portugal e Irlanda, donde sobrepasa el 30%.

Migración forzosa masiva

Si no se pone remedio, la brecha entre empleados y desempleados, especialmente en el caso de la generación más joven, «causará un daño estructural en el mercado de trabajo de los cuatro países, limitará su capacidad de recuperación y provocará una migración forzosa masiva».

Ayer, precisamente, se hizo público que el desempleo de Grecia ha alcanzado un nuevo techo histórico al afectar el pasado mes de noviembre al 28% de la población activa, mientras la tasa entre la población menor de 25 años se ha disparado hasta el 61,4%