Dos personas, una de ellas un niño de 12 años, murieron ayer por disparos en Egipto en el marco una nueva jornada de protesta de los partidarios del presidente islamista Mohamed Morsi, derrocado el pasado mes de julio por el Ejército.

Igual que todos los viernes, los partidarios de Morsi se manifestaron en distintos puntos del país y fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad.

Un niño de 12 años murió de un disparo durante la intervención policial en Minya, al sur de El Cairo, y un hombre falleció de otro disparo en los incidentes registrados en Damietta entre defensores y detractores de Morsi.

En varios distritos de El Cairo y Alejandría (norte, la Policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a los partidarios de los Hermanos Musulmanes.