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Madrid no asume responsabilidades mientras crece la presión migratoria en Ceuta y Melilla

Mientras la presión migratoria sobre Ceuta y Melilla, los enclaves españoles en Marruecos, aumenta, el Gobierno español y el PP siguen sin asumir responsabilidades por la tragedia que el 6 de febrero dejó al menos quince subsaharianos muertos cuando trataban de alcanzar territorio español en Ceuta y fueron repelidos por la Guardia Civil. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, señaló ayer, coincidiendo con un nuevo asalto masivo a la valla de Melilla, que en el caso de los inmigrantes ahogados en Ceuta «lo más importate es conocer la verdad y luego asumir todo lo que haya que asumir».

En una entrevista en Telecinco, De Cospedal indicó que primero hay que tener «un conocimiento exacto de los hechos y saber cómo se han producido», si bien agregó que no le cabe «la menor duda» de que el Gobierno español aclarará lo sucedido.

Madrid se empeña en resaltar una y otra vez la «labor humanitaria» de la Guardia Civil con los inmigrantes y defiende su «proporcionado» uso de material antidisturbios contra los subsaharianos que el día 6 trataron de llegar a Ceuta para evitar que accedieran a la playa de El Tarajal,

El juez reclamó a la Guardia Civil todas las grabaciones realizadas desde el perímetro fronterizo aquel día.

Por su parte, el futuro líder del PP en Andalucía, Juan Manuel Moreno, rechazó que el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, tenga que dimitir por lo sucedido en Ceuta, al tiempo que pidió «un debate serio y riguroso» sobre cómo hacer frente a la «presión demográfica» proveniente de África. Sostuvo que «en Ceuta y Melilla tenemos un problema», pero que no es de «ellos ni de España sino de la Unión Europea, que debe analizar qué hacemos con esa presión».

En parecidos términos se expresó el Gobierno melillense, que criticó la «nula implicación» de la UE ante el problema que padecen sus dos fronteras sur con el continente africano.

Nuevo asalto a la valla

Todas estas declaraciones coincidieron con un nuevo asalto masivo ayer a la valla fronteriza entre Melilla y Marruecos en el que tomaron parte unos 250 inmigrantes subsaharianos, 150 de los cuales lograron entrar en la ciudad. Según las autoridades, los inmigrantes actuaron de forma muy coordinada para lograr sortear la valla y el despliegue policial. Gran parte de los que consiguieron cruzar la frontera se dirigieron juntos al Centro de Estancia Temporal y, una vez allí, tumbaron la verja de acceso de vehículo rodados para entrar juntos en el centro. Cinco de ellos necesitaron asistencia hospitalaria.