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Un copiloto secuestra un avión etíope y pide asilo en Suiza

Un copiloto de Ethiopian Airlines secuestró ayer su avión y lo desvió al aeropuerto de Ginebra para pedir asilo en Suiza, aunque finalmente se entregó sin que ninguna de las 200 personas que iban a bordo resultara herida.

El copiloto, de 31 años, aprovechó una breve ausencia del piloto y se atrincheró en la cabina, explicó Eric Grandjean, portavoz de la Policía de Ginebra.

Poco después de aterrizar en Ginebra, el hombre saltó del avión a través de una ventana de la cabina y se entregó a la Policía. Aseguró que estaba en peligro en su propio país y pidió asilo político a Suiza.

Los pasajeros salieron ilesos del Boeing 767, que partió de Addis Abeba y debía haber aterrizado en Roma si su rumbo no hubiera sido dirigido hacia Ginebra, donde aterrizó a las 05.05 GMT. Para esa hora el aeropuerto ya había sido cerrado y habían sido cancelados varios vuelos.

Según medios locales, la tripulación del avión lanzó la alerta internacional de secuestro horas antes de aterrizar en Suiza.

Cuando el aparato abandonó su trayectoria hacia Roma, las Fuerzas Aéreas italianas enviaron dos aviones Eurofighter que lo interceptaron. Después, aviones de las Fuerzas Armadas francesas escoltaron al avión secuestrado por los Alpes.

Según Grandjean, los pasajeros no tuvieron constancia de que el avión había sido secuestrado y solo supieron de lo sucedido cuando se dieron cuenta de que habían aterrizado en una ciudad diferente a la de su destino.

Según la Fiscalía de Ginebra, el copiloto se enfrenta a 20 años de prisión por secuestro y por violar la seguridad aérea. Descartó que sea enviado a Etiopía para el juicio, que se celebrará en Ginebra.

El fiscal Olivier Jornot afirmó que hay muy pocas posibilidades de que el asaltante obtenga el asilo político que ha solicitado porque «ha cometido un crimen para ello». No obstante, matizó que el asaltante, de momento. «responde más al perfil de una persona desesperada que al de un criminal».