Alvaro Reizabal
Abogado
JO PUNTUA

¿Será el «Boss» de Vox?

Una de dos: o aquí hay gato encerrado o estamos ante un nuevo ingenio dirigido a la captación de fondos públicos. Y es que Abascal ha demostrado grandes dotes para conseguir la atracción de capitales con bien pocos medios

Ultimamente me duele a menudo la espalda, por lo que el equipo médico habitual me ha recomendado que practique la natación. Así que, haciendo caso de tan buen consejo, hoy me echo a la piscina y proclamo a los cuatro vientos que el Boss, el mejor tupé de la foto de las Azores, tiene que estar detrás de Vox. Y es que resulta impensable que el nuevo partido llamado por vocación y convicción a ocupar un hueco importante del espacio político de extremo centro españolazo pueda lograr sus ambiciosos objetivos si es cierto que bajo el paraguas de su tan original como ocurrente denominación solo están los que hasta ahora dicen que están. Es imposible creer que pueda alcanzar el éxito un equipo con una alineación formada en la puerta por el Cancerbero de Gamonal como ideólogo, contando con la colaboración en esas tareas del exconcejal amurrioarra Santiago Abascal, De-ná-es-ná en esta vida, y en tareas de portavox el inefable Vidal Cuadras, con esa vox que Dios le ha dado, mas aflautada que la del egregio Caudillo, aunque hay que reconocer sus méritos: es difícil encontrar un tiple de su edad.

Así que una de dos: o aquí hay gato encerrado o estamos ante un nuevo ingenio dirigido a la captación de fondos públicos. Y es que Abascal ha demostrado grandes dotes para conseguir la atracción de capitales con bien pocos medios. Véase si no el ejemplo de la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social, entidad sin más actividad conocida que la de ejercer de mecenas del propio Abascal. Esta asociación sin ánimo de lucro recibió 183.600 euros de la Comunidad de Madrid, de los que 82.491 fueron dedicados a pagar el sueldo de su gerente que, como probablemente ya habrá adivinado el lector a estas alturas, es precisamente el propio Shanti. Claro que de casta le viene al galgo, porque su padre ya reconoció haber recibido ayudas de Bárcenas. Por cierto, que últimamente está muy silente el proscrito extesorero. ¿Le habrán prometido algún apaño que permita salir indemnes a todos?

Pero hay indicios que permiten pensar en la otra dirección. El reciente desplante de Valladolid por parte Joxe Mari (se rumorea que no le gusta nada que le llamen «El Bigotes») fue interpretado por muchos como una carga de profundidad a la más importante convención del PP. La significativa ausencia de cargos del partido en la presentación de su apasionante libro y, para colmo, su esposa mantecosa está cada vez más necesitada de una relaxing cup of café con leche al comprobar sus escasas probabilidades de volver a ser alcaldesa de Madrid, pese a lo bien que lo está haciendo. Por si todos estos signos fueran pocos, Jaime Mayor Oreja da el portazo y Rajoy se ve obligado a aclarar que sigue siendo «de los nuestros».

No puede negarse que todo parece indicar que le están haciendo la cama a la dirección de su partido, y cuando algo así pasa, lo más probable es que ya no sea su partido. Eso es vox populi.