El dirigente opositor venezolano Henrique Capriles expresó ayer la necesidad de implicar en «la lucha» a los habitantes de los «barrios» y a «quienes viven en los sectores más populares» para conseguir un cambio en Venezuela, al mismo tiempo que se le da contenido a las protestas, más allá del «Maduro vete ya». Capriles se desmarca así de la estrategia de protestas en la calle liderada por el también opositor Leopoldo López, que ha derivado en enfrentamientos con al menos nueve muertos en los últimos días.

Capriles reconoce que la oposición venezolana no cuenta con el apoyo de la mayoría del país y, sobre todo de las clases más desfavorecidas. «No existe forma de producir un cambio si tienes en contra a más gente que quiere detenerlo; no consigues un cambio si no incorporas en la lucha a quienes viven en los barrios, a quienes viven en los sectores populares», explico el líder opositor.

El gobernador de Miranda señaló que sin esa fuerza de las clases populares, que conforman «la gran mayoría del país», no se pueden conseguir las demandas políticas que reclaman estos sectores, según informó el diario venezolano «El Universal». Capriles evidencia la pugna por el liderazgo de las filas opositoras, que detentaba hasta que López atrajo el foco mediático con las protestas.

Según Capriles, el hecho de que no se hayan producido en las barriadas más humildes «alimenta la represión» contra el resto de movilizaciones en zonas más pudientes, al tiempo que las achacan a intentos de dar un golpe de Estado

«Como la violencia no está en Catia (zona humilde de Caracas) sino en Altamira (urbanización y zona de negocios), el Gobierno dice yo sigo alimentando la violencia en Altamira porque Catia está tranquila; pero en Catia también hay malestar por la situación económica, también hay escasez. Hay que lograr que el sector que protesta pueda convencer al otro», señaló.

Expulsión de la CNN

Por otra parte, la Fiscalía anunció que acusará a 80 personas por su supuesta implicación en la ola de violencia. Otros dos miembros del partido Voluntad Popular de Leopoldo López fueron detenidos pero luego puestos en libertad.

Además, el Gobierno retiró el permiso de trabajo a una corresponsal, una presentadora y una productora de la cadena de televisión CNN. El presidente había acusado a la CNN de hacer «propaganda de guerra» y advirtió de que, si no rectificaba, la expulsaría.