Joseba VIVANCO
El técnico rojiblanco lamenta perder «una garantía de goles para nosotros»

El mal fario de Ibai Gómez

Una rotura de fibras durante el entrenamiento de ayer deja al jugador de Santuxu fuera de los terrenos entre seis y ocho semanas.

Ansiaba contar con más minutos sobre el césped, pero Ibai Gómez tampoco podía quejarse del protagonismo alcanzado en los últimos tiempos entre la afición rojiblanca, ni siquiera del otorgado por el propio Ernesto Valverde. Asistencias, goles, estadísticas en definitiva que primaban es cierto sobre los noventa minutos de partidos como ante el Espanyol, donde al de Santuxtu le dieron una nueva oportunidad de inicio y tampoco se puede decir que la aprovechara. Lo que no cabe duda es de que, más allá de su papel como revulsivo en segundas partes o de su deseo de jugar más, se trata de un futbolista que aporta y estaba aportando mucho esta temporada a los leones. Y decimos aportaba porque deberá estar fuera de los terrenos de juego como mínimo un mes, tras la rotura muscular que sufrió ayer en el entrenamiento en Lezama.

El parte médico facilitado horas después por el club no solo confirmó el alcance de la lesión sino que ahondó en la gravedad de la misma. «Presenta una rotura en el músculo bíceps femoral de su pierna derecha producida en la mañana del 21 de febrero, durante el entrenamiento en Lezama. Dicha lesión muscular es de carácter moderado o grado II, y conlleva un periodo de baja aproximado de 6 a 8 semanas». Es decir, el `11' rojiblanco quizá no regrese a las convocatorias, en el peor de los casos, hasta primeros de abril.

Ibai se disponía a centrar en un ejercicio de ataque y sufrió ese percance que de inmediato requirió la atención de los servicios médicos, toda vez que los gestos del jugador no denotaban nada bueno. Se retiró cojeando y maldiciendo su `mal fario', pues parecía claro que se perdía la visita al Benito Villamarín, ausencia que será más prolongada después de que su propio técnico adelantara una posible rotura muscular que al menos le tendrá varado un mes. Un contratiempo evidente para Valverde, que así lo lamentó en sala de prensa. «Es una pena, perdemos un jugador importante que es una garantía de goles para nosotros, pero es una parte del juego. Durante el año cuentas con que puedes tener problemas de este tipo, lo que pasa que siempre llegan en el peor momento». A Txingurri le toca resignarse no sin confesar que «es una baja sensible para nosotros».

Percance que sucede justo cuando Toquero apura su puesta a punto aunque no estará ante el Betis, cuando Beñat se incorporará ya al grupo la semana que viene, y Laporte es seria duda para entrar en la convocatoria. Quien lo hará, máxime tras la lesión de Ibai Gómez, es el cachorro Guillermo Fernández, que ha venido ejercitándose con el primer equipo. «Ya estuvo con nosotros la semana pasada, pero tenía algún problema muscular. Le hemos dado un poco de margen y la prueba del entrenamiento este viernes era para ver cómo se encontraba. Con Aduriz sancionado y la lesión de Ibai, si está bien lo más seguro es que vaya convocado el domingo», se explayó el técnico

En cualquier caso, Kike Sola parece el elegido para cubrir la vacante del sancionado Aduriz, en un once en el que Valverde confirmó que Muniain ocupará el flanco izquierdo, con lo que la incógnita de si iba a apostar por él o por el de Santutxu, se resuelve esta vez por causa mayor. Sobre el delantero exosasunista y si está ante un examen, Valverde dijo que «todos los días es un examen para todos, incluido para Kike si juega, pero también para cualquier otro. Confiamos en él. Tiene capacidad para hacer un buen partido si juega, y de aprobar bien el examen».

«Nos hace falta ganar», reconoce las urgencias Valverde

Ernesto Valverde asumió que el del Betis el domingo es «un partido donde nos jugamos muchas cosas, nosotros salir de esta situación....», definición de tres jornadas ligueras sin ganar que corrigió al instante para calificarla de «...pequeña racha». El técnico rojiblanco no quiere ni oir hablar de bache, ni crisis, ni nada por el estilo. Es más, defendió que ante Celta y Espanyol su equipo jugó también «en nuestra línea» por momentos. Una visión optimista sustentada en que en la segunda mitad en Balaídos y tras el empate ante los `periquitos', el Athletic dio la impresión de poder ganar el partido. Lo que nadie duda, ni siquiera el propio entrenador, es que ante los béticos «no puede fallar nadie, ni nosotros ni ellos». A los leones les urge la victoria, tres puntos que sostengan la distancia con sus perseguidores y con una jornada menos por delante. A los andaluces también, por eso Valverde espara «un partido con muchas complicaciones» por ese hecho de medirse al colista, «porque tiene que ganar imperiosamente. El Betis quiere salir de la quema porque se le acaba el tiempo. Y aquí nosotros no tenemos nada ganado; yo lo sé y los jugadores también», analizó, insistiendo en la dificultad que va a entrañar el encuentro.

Valverde no se fía un pelo de los béticos, pero también sabe que su equipo necesita que esa «pequeña racha» no se convierta en una «situación» que lleve a generar dudas. Desconfiado, ahora, que hasta incluyó a Valencia o Sevilla como rivales por esa plaza de Champions. «No sabemos si al final estaremos luchando por el cuarto puesto o por el séptimo», sorprendió por su prudencia. J.V.