Iratxe FRESNEDA Periodista y profesora de Comunicación Audiovisual
SEMINARIO PUNTO DE VISTA

La imagen liberada, la imagen congelada

Bajo el título «La imagen congelada, perspectivas para filmar desde el frío» sucedía una nueva edición del seminario Punto de Vista. Un encuentro docente y de exhibición de películas que en esta ocasión contaba con la «mirada» de dos cineastas internacionales: Ignacio Agüero y Pema Tseden. El proyecto «El otro mapa de Abauntz», de Aitor Gametxo, fue el ganador. El jurado tuvo en cuenta «la libertad creadora, la intuición y el riesgo», características que alimentan el proyecto X Films

El cine, ¿qué es?» se preguntaba André Bazin. Podríamos volver a plantearnos esta cuestión y respondernos que, contestarla, implicaría descartes vinculados a la delimitación de territorios. Lo terrible, en este caso, emanaría de ese juego de etiquetas, una partida de mus en la que siempre se pierde. Me resulta algo más serpenteante, divertido y loco, hablar en torno a cuáles son los caminos para hacer cine. Cada cineasta, cada mirada tiene el suyo, cada instante de vida, idea, haz de luz o relato busca su forma en dialogo con el modo de relacionarse con el medio cinematográfico que tienen los agentes implicados en la realización de una película.

Eso es la creación audiovisual. Un proceso que surge de la interacción entre la vida y el cineasta. Por mucho que este se empeñe, jamás podrá liberar la imagen después de haberla capturado con su cámara. Sólo serán libres aquellas imágenes que quedaron fuera de campo, descartadas, que ni siquiera dialogan con el encuadre, esas serán las únicas imágenes liberadas: las que no se cuentan. El cineasta chileno autor de obras «El otro día» 2012) o «Cien niños esperando un tren» (1988) visitaba el Seminario Punto de Vista «La imagen congelada» para mostrarnos su trabajo y compartir su visión del cine. Agüero nos hablaba de la concepción geométrica de una película, de jugar a abrir espacios y tiempos, a crear conexiones entre historias, miradas, personajes... Una cuestión importante en su modo de entender el cine es partir de elementos materiales y dejar que la imagen secuencial se libere de la totalidad del relato. Justamente, en ese mismo momento en el que nos relataba su punto de vista, por mi cabeza rondaba una idea contradictoria: En el instante en el que existe alguien que filma para que otros vean sus imágenes tomadas, existe el relato. Tomamos para ofrecer. Y no importa si «contamos» con las palabras o con las imágenes. Encuadramos y seleccionamos. Los relatos pueden adquirir formas múltiples, abstractas, como las de la realidad, pudiendo ser desestructurados y caóticos. No importa su forma, quizá sean líneas de fuga o relatos organizados de un modo convencional.

El ser humano construye relatos, y las imágenes son las cautivas de la creación. Tan cautivas como la creación que se realiza bajo la estricta censura y vigilancia del Gobierno Chino. Pema Tseden ha sido otro de los invitados por el festival que dirige Oskar Alegría. El tibetano, un cineasta con un talento desbordante, compartía en la Filmoteca Navarra los procesos de creación de películas como «Old dog» (2011) o «The silent holy Stones». Decía Pema Tseden (es su nombre de pila) que él filma cuentos sobre la realidad de su pueblo, el tibetano, para poder así convivir con la censura china y poder seguir escribiendo películas. Los suyos son largometrajes de ficción con vocación documental y con la intencionalidad de preservar una cultura que se ve trasformada en el día a día de su paisaje humano y urbanístico. La suya es una imagen congelada que preserva la memoria. Ahora es algo nuestra gracias a Punto de Vista.