Desde el 20 de enero, el donostiarra Ander Mujika se encuentra en la celda de castigo en la cárcel de Bourg-en-Bress para protestar por su situación de aislamiento. Se trata del único preso político vasco encarcelado en esa prisión francesa, por lo pide su traslado a otra en la que sí haya compañeros. En su caso, a la dispersión se le suma el aislamiento, en el que suma cinco semanas consecutivas.

Según recuerda Etxerat, su hermano Julen también está preso, pero en otra cárcel del Estado francés, concretamente en Seysses, cerca de Toulouse.

Ander Mujika inició la protesta de aislamiento por voluntad propia para denunciar la situación a la que es sometido. Desde que fue juzgado, hace ahora un año, permanece en Bourg-en-Bress, aunque en agosto de 2013 le aseguraron que, a corto-medio plazo, sería trasladado a otra prisión donde hubiera presos vascos. Mujika declaró que lo único que pedía era eso, no estar solo.

No obstante, desde entonces todo han sido evasivas por parte de la autoridad carcelaria, sin que le den una fecha concreta, según Etxerat. A la vista de que no se producían movimientos en ese sentido, tomó la decisión de permanecer en mitard.

Allegados que han podido visitar al donostiarra el pasado sábado, comentaron que Mujika ha hecho saber que no le consta que exista la intención de que vayan a trasladarlo. Desde la Administración tampoco se intuyen movimientos, según lamentó Etxerat.

Por otro lado, en defensa de los derechos de los presos, ayer se movilizaron 29 personas en Arrosadia y 51 en Donibane.