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Estados Unidos, Colombia y Capriles proponen una mediación en Venezuela

EEUU, Colombia y el líder opositor Henrique Capriles coincidieron ayer en proponer una mediación para la crisis política que vive Venezuela, aunque Washington reconoció que no puede jugar ese papel. Caracas quiere que Unasur debata esta crisis en lugar de la OEA.

Estados Unidos anunció que busca con Colombia y «otros países» impulsar algún tipo de mediación en Venezuela, obviando la acusación de Caracas de haber fomentado la violencia que se ha producido en el país en las últimas semanas.

El anuncio lo hizo el secretario de Estado, John Kerry, junto a la canciller colombiana, María Ángela Holguín, después de una reunión en Washington. No aventuraron cómo sería la mediación que impulsan ni cuáles son los «otros países» involucrados, pero, más tarde, la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, aclaró que el posible intento de mediación debe encomendarse a una «tercera parte», aceptable para el Gobierno venezolano y la oposición, y reconoció que no es probable que Estados Unidos se convierta personalmente en mediador.

A las pocas horas el líder opositor Henrique Capriles se sumó a la iniciativa señalando en concreto a la Iglesia Católica para ese papel.

En Brasil, el canciller venezolano, Elías Jaua, dejó clara la desconfianza hacia Washington acusando a EEUU de haber «condenado a priori» a Venezuela y de negarse a reconocer que el presidente, Nicolás Maduro, se ha limitado a «cumplir con su deber de preservar la ley y el orden». «Venezuela no es un país de bárbaros, sino una nación democrática y pacífica», señaló Jaua.

Unasur mejor que la OEA

Jaua también anunció que el Gobierno venezolano acudirá a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para debatir la crisis política al considerar que es más eficiente que otras organizaciones regionales para «desactivar golpes» de Estado.

«Lo demostró en los casos de Bolivia, Ecuador, Paraguay y en Venezuela», señaló, recordando que otras no han demostrado la misma capacidad de contener los intentos de agresión a las democracias de la región», en referencia a la OEA, que estaba previsto que se reuniera de urgencia el pasado jueves para debatir la crisis política.

Panamá siguen intentando que se celebre esta reunión a pesar del rechazo de Venezuela, que denuncia su parcialidad y su orientación a las órdenes de la Casa Blanca.

Por su parte Maduro, reiteró su oferta de diálogo a Capriles y otros gobernadores opositores. «Creo que el país ganaría si nos vemos las caras y conversamos. Con respeto, como siempre. En la misma línea, Maduro se mostró dispuesto a dialogar con el movimiento estudiantil «en la modalidad que quieran asistir, en privado o público, pero conversemos».