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Rusia y EEUU no ceden sobre Ucrania en víspera de la cumbre de la UE

La intensa jornada diplomática desarrollada en París solo sirvió para confirmar que tanto EEUU y las potencias europeas como Rusia mantienen sus posiciones respecto a la crisis que vive Ucrania, aunque con el compromiso de serguir conversando. Los encuentros informales de ayer darán paso hoy a la cumbre extraordinaria de la UE que abordará la eventual adopción de sanciones a las que Moscú ya estudia responder.

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, anunció ayer en París haber alcanzado un «acuerdo para proseguir las conversaciones con los rusos y ucranianos» para intentar solucionar la crisis de Ucrania.

Mientras, el nuevo Gobierno ucraniano mantiene su ofensiva para recabar apoyos políticos y económicos internacionales y su primer ministro, Arseni Yatseniuk, tiene previsto viajar hoy a Bruselas, donde los jefes de Estado y de Gobierno de la UE abordarán en una cumbre extraordinaria la situación de Ucrania y la posibilidad de ofrecer una ayuda de 11.000 millones de euros a Kiev si se compromete a hacer reformas. En la misma reunión, los líderes comunitarios abordarán la opción de adoptar sanciones contra Moscú si el Kremlin no da «pasos» para rebajar la tensión en Ucrania o se da una nueva oportunidad al diálogo, alternativa que parece tener más apoyos en el seno de los Veintiocho.

«Es muy importante resolver la cuestión por el diálogo, trabajamos por una solución», declaró Kerry al final de una intensa jornada diplomática que propició su primer encuentro con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, desde el inicio de la crisis en Ucrania.

Descartó cualquier acuerdo sin contar con el Gobierno ucraniano, por lo que justificó la presencia en París de su ministro de Exteriores, Andrei Deschitsa. «No nos parecía apropiado hablar con los rusos sin contar con los ucranianos», dijo Kerry, quien negó haber buscado un encuentro entre Lavrov y Deschitsa.

Fuentes diplomáticas y medios franceses indicaron que Lavrov se negó a reunirse con Deschitsa, cuyo Gobierno Moscú no reconoce como legítimo.

A su salida del Ministerio francés de Exteriores, Lavrov se limitó a decir que habrá nuevas conversaciones con las potencias occidentales. Antes de acudir a París, acusó desde Madrid a Occidente de no haber reaccionado a tiempo ante las protestas contra el poder legítimo en Ucrania e insistió en que la solución pasa por respetar el acuerdo que la oposición y el presidente, Viktor Yanukovich, firmaron el 21 de febrero.

Respecto a la posibilidad de que Ucrania acoja elementos del escudo antimisiles de EEUU a cambio de ayuda financiera, Lavrov apuntó que es una muestra de cómo los socios occidentales y las actuales autoridades de Kiev «complican la relación entre Rusia y Occidentes e intentan pescar en aguas revueltas».

El Pentágono, por su parte, anunció pasos para aumentar el apoyo militar a sus aliados al tiempo que insistió, en palabras de su secretario de Defensa de EEUU, Chuck Hagel, en que su meta sigue siendo atenuar las tensiones. Esas medidas incluyen específicamente apoyo militar a Polonia y a los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania).

Rusia se plantea ya contramedidas a las eventuales sanciones que pueda imponer Occidente, mientras Putin advirtió de que afectarán a quienes las apliquen. El Senado elabora un proyecto contra activos extranjeros.

Moscú anunció ayer que ha suspendido el envío de combustible nuclear a Ucrania y, a través de su territorio, a países del este de Europa debido a la situación de inestabilidad.

Por otro lado, el enviado del secretario general de la ONU para Crimea, Robert Serry, fue amenazado por manifestantes y paramilitares prorrusos en Simferopol, capital crimea, que le insta- ron a dirigirse al aeropuerto y abandonar el territorio, lo que finalmente hizo.

Un total de 18 países de los 57 que integran la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) decidieron enviar e¡una misión compuesta por 37 militares desarmados a Ucrania, donde entre hoy y el próximo día 12 visitarán instalaciones militares ucranianas y rusas en Crimea.

La OTAN suspende sus maniobras y reuniones con Rusia

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, anunció ayer la suspensión de la planificación de la primera misión militar conjunta con Rusia y de reuniones militares o civiles con ese país, ante la escalada de tensión por la presencia de soldados rusos en Crimea.

Afirmó que la situación en Ucrania tiene «graves implicaciones» para la seguridad y la estabilidad de la zona euroatlántica, y que Rusia «sigue violando la soberanía e integridad territorial» de ese país y sus compromisos internacionales.

Por eso, aseguró que la OTAN decidió dar «algunos pasos inmediatos», como la suspensión de la planificación de la primera misión conjunta OTAN-Rusia, consistente en la escolta marítima de un buque estadounidense que participará en la neutralización del arsenal químico sirio.

La OTAN acordó también suspender todas las reuniones con Rusia a nivel de personal civil o militar, así como «poner en revisión toda la gama de cooperación OTAN-Rusia», un tema sobre el que aseguró que los ministros de Exteriores de la Alianza «tomarán decisiones a primeros de abril».

«Estos pasos envían un mensaje claro: las acciones de Rusia tienen consecuencias», enfatizó.

Al mismo tiempo, indicó que «queremos dejar la puerta abierta al diálogo político», por lo que afirmó que la OTAN está dispuesta a celebrar reuniones de embajadores como la del Consejo OTAN-Rusia mantenida ayer.

Tras afirmar que la OTAN intensificará su acuerdo con Ucrania, reforzará su cooperación para apoyar reformas democráticas y redoblará sus esfuerzos para mejorar la capacidad militar ucraniana, dijo que «corresponde a los ucranianos decidir su futura relación con la OTAN». GARA