Alvaro HILARIO BILBO

La opinión, vínculo entre arte y sociedad

Entre enero de 2009 y noviembre de 2012, Fito Rodríguez publicó en GARA cien columnas de opinión -primero en el suplemento cultural Mugalari y, más adelante, en la sección Kultura- con la pretensión, en palabras del autor, de «evitando los caprichos de crítico, arrojar ideas, frases, sobre autores, exposiciones, libros y demás manifestaciones artísticas para que, más adelante, el lector potencial las complementara a su gusto».

El libro «Zutabeak» (Consonni, 2014) recoge la mitad de aquellas cien columnas nacidas con la vocación de provocar la curiosidad de los lectores para con las manifestaciones artísticas y de ayudarle a conectar con estas.

Señala Rodríguez en su prólogo a esta antología que las columnas están «distribuidas en el paisaje del arte y la sociedad» y le han permitido «ir saltando de una a otra buscando un lugar de observación más que apoyar una teoría concreta o un ejercicio sistemático».

Para Rodríguez, estos textos breves merecen el calificativo de «microensayos»: «Son ensayos concentradísimos; una columna de opinión no permite explayarse en el comentario de una exposición o de un libro... Sin embargo, permite un ejercicio parecido a ir atando aforismos; por eso es difícil, porque es un ejercicio de condensación muy fuerte. Por otro lado, la columna es muy libre: hay un margen literario para esa labor de tejido de citas o de aforismos que, casi casi, tiene carga poética».

Gráfica y euskara

Esta antología de «microensayos» está reforzada con un texto introductorio de Gabriel Villota, las colaboraciones gráficas de un buen número de artistas gráficos y la traducción de los textos al euskara por parte de Iñaki López de Luzuriaga.

«Yo, desde un principio, tenía muy claro -dice Fito Rodríguez- que en el libro los textos debían ir acompañados de imágenes para que la lectura se hiciera saltando del texto a la imagen. Creo que lo hemos conseguido, porque, en mi opinión, muchas de las columnas se complementan muy bien con las imágenes o, a veces, estas, las columnas, sugieren imágenes».

Fito Rodríguez es consciente de que su estilo no es fácil: «Iñaki, el traductor, -que ha hecho un trabajo fantástico- me decía que mis textos tienen `zonas oscuras' y, por eso mismo, hemos hablado mucho sobre cada columna, sobre cada término».

El trabajo, editado por la productora de proyectos artísticos Consonni, tiene también el impulso de Ensoñaciones Tobogán.