Elkarrizketa
Iban ESPADAS
Futbolista

«La prioridad que tengo ahora es que el tobillo me deje hacer una vida normal»

Cuando en el mes de julio Iban Espadas comenzó la pretemporada con el Arroyo de la Segunda B, nadie se podía imaginar que a estas alturas de la temporada estaría sin jugar un minuto, pero todavía menos que seguramente no lo podría hacer nunca más. A finales de agosto sufrió una grave lesión, que le puede obligar a abandonar el fútbol profesional. Ahora quiere recuperarse para hacer una vida normal.

Iban Espadas es un futbolista guipuzcoano de 35 años. Se crió en el Athletic, donde llegó al primer equipo, para luego pasar por el Cartagena, Huelva, Zaragoza, Cádiz, Ciudad de Murcia, Pontevedra, Orihuela en dos etapas diferentes y el Arroyo. Ahora está sin equipo.

¿Cómo se encuentra?

Intentando recuperarme para al menos poder hacer algo de deporte en mi vida. Es una situación complicada. En teoría tenía que estar jugando, pero ahora mismo ni siquiera me planteo volver a los campos.

¿Qué lesión tiene?

Me rompí el tobillo, el ligamento del tobillo y el peroné tras una entrada que me hicieron en un partido de pretemporada a finales de agosto. Es una lesión grave, pero no de las más graves que hay en el fútbol, pero no consigo recuperarme.

¿Qué le dijeron los médicos?

Que en cuatro o cinco meses estaría en condiciones de jugar, por lo que pensaba que para muy tarde en enero estaría jugando, pero no fue así. He tratado de ir a ver otros médicos, que me den otras opiniones, pero no consigo salir del tema.

¿Cuál es el problema?

Me dicen que tengo algún problema en las articulaciones del tobillo, que no le permiten recuperarse bien, por lo que estamos tratando de encontrar el problema. Si troto un poco, o pego algún salto se me inflama mucho el tobillo y no me deja hacer nada. Ahora mismo me estoy planteando, o estoy viendo que ha llegado el final de mi carrera.

¿No encuentran soluciones a su dolencia?

Ese es el problema. Al principio me hice la idea que tendría que estar media temporada sin poder jugar, pero cuando se estaban acabando los plazos y veía que esto no mejoraba es cuando me comencé a preocupar. Llega un momento que no veo la luz y a lo mejor hay que empezar a ser realista y pensar que esto se ha acabado.

¿No es triste acabar así?

Mucho, me da mucha tristeza, pro no hay otra cosa. Cuando en julio comencé la pretemporada no pensaba ni de asomo que esta iba a ser mi última temporada. Tengo 35 años, pero el año pasado la temporada me salió muy buena y estaba con mucha ilusión y con ganas. Pensaba que tenía cuerda para rato, pero ahora mismo lo que quiero es volver a hacer una vida normal, que viendo como están las cosas, no estaría mal.

¿Que esto haya llegado a los 35 años es un mal consuelo?

Pues sí, pero no hay otro remedio. En estos meses me ha dado mucho tiempo para pensar en todo y está claro que la lesión haya llegado a los 35 años es un mal menor. Las lesiones llegan siempre en un mal momento, pero está claro que esta me ha llegado en el tramo final de mi carrera deportiva. Si hubiese sido hace diez años me hubiera partido la vida en dos. Miro hacía atrás y me siento un privilegiado. He tenido la opción de jugar en Primera, de jugar en varios equipos, de conocer mucha gente y hacer muchos amigos. En ese sentido estoy muy contento, aunque todavía esperaba seguir jugando al fútbol.

¿Ya ha dejado de pertenecer al Arroyo?

Sí. No tenía sentido seguir. Como he dicho antes esperábamos que en diciembre o en enero estaría para jugar, pero no era así. El presidente me dijo que ellos necesitaban un delantero para ocupar mi plaza y no merecía engañar a nadie. Yo era consciente de que volver a jugar este año sería poco menos que imposible. El club necesitaba darme de baja para que ellos pudiesen fichar a otro jugador y no ha habido muchos problemas para llegar a un acuerdo. Yo sigo tratando de recuperarme, pero no le perjudico a nadie, mientras que si hubiese seguido allí, yo no podría jugar y el Arroyo no podría fichar a nadie para ocupar mi sitio. Seguir no me hubiera valido para nada y hubiera perjudicado al club.

¿Le han propuesto volver cuando se recupere?

No. Lo que sí me propusieron es que si me recuperaba antes de final de la temporada, que no habría ningún problema para entrenar con ellos, pero no para volver a jugar. También era consciente que dándome la baja federativa que este año no podría volver a jugar, a no ser que otro compañero tuviese una grave lesión. Pero el problema no es ese, si no que la lesión que tengo no va bien. Ahora mismo no pienso en volver a los terrenos de juego, que como he dicho antes ya estoy asumiendo de que no volveré más. Quiero recuperarme, al menos para poder hacer vida normal, que pueda hacer deporte en los próximos años. Esa es la prioridad que tengo ahora mismo.