IÑAKI IRIONDO

Frivolidad fiscal

Cuando tuvo todos los datos ante sí, analizados los ejemplares de prensa y la grabación que recoge textualmente las palabras pronunciadas por Hasier Arraiz, el fiscal superior del TSJPV, Juan Calparsoro, no observó indicios de delito en sus declaraciones y solicitó el sobreseimiento de la causa. Sin embargo, semanas antes, en una entrevista en «El Mundo», afirmó que «no son palabras inocentes: pueden herir la sensibilidad de las víctimas y pueden suponer un menosprecio». Poco antes había hecho el juicio político de que lo afirmado por Arraiz «suena a paso atrás. Supongo que lo diría porque no creía que hubiera periodistas».

Son muchos quienes tienen la impresión de que Calparsoro ofrece una mayor producción mediática que resultados como fiscal. Actuaciones como investigar por su cuenta y riesgo la decisión de la Diputación de Gipuzkoa sobre la incineradora, para apearse luego a medio camino, parecen evidenciar también ciertas obsesiones políticas (podía haber elegido la ruinosa Supersur de Bizkaia). Ahora toca el luto por Suárez. Cabe esperar que, ya puesto, investigue a todos los ayuntamientos.