Agustín GOIKOETXEA BILBO
PERSECUCIÓN AL INDEPENDENTISMO VASCO

Arraiz se ratifica en reivindicar «la ruptura democrática con el Estado»

El coordinador nacional de Sortu, Hasier Arraiz, se reafirmó ayer ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) en la defensa de la estrategia mantenida durante décadas por la izquierda abertzale de abogar por la «ruptura democrática con un Estado que no está dispuesto a respetar los derechos nacionales de los vascos». Incidió en que su imputación «evidencia que la libertad de expresión se vulnera en este país».

Durante menos de media hora, el coordinador nacional de Sortu respondió a las preguntas formuladas por el magistrado de la Sala de lo Civil y Penal del TSJPV Borja Iriarte y el fiscal Juan Calparsoro sobre las declaraciones que hizo el 18 de noviembre de 2013 en Bilbo en una charla de homenaje a Santi Brouard y Josu Muguruza. Hasier Arraiz contestó a dos cuestiones planteadas por el juez instructor mientras que el Ministerio Público, que ya propuso el archivo de la querella de Dignidad y Justicia, quiso conocer cuáles fueron, en concreto, las manifestaciones que realizó.

El presidente del Consejo Nacional de Sortu acudió a la sede judicial acompañado de su abogado, Iñigo Iruin, y de parlamentarios de EH Bildu como Laura Mintegi, Marian Beitialarrangoitia, Pello Urizar y Oskar Matute, así como el diputado de Amaiur Jon Iñarritu. Antes de acceder al interior del Palacio de Justicia, Arraiz permaneció durante unos minutos en la concentración convocada en Jardines de Albia, donde recibió el apoyo de los reunidos.

Mientras se llevaba a cabo esa movilización, con cierto retraso sobre la hora prevista, accedieron al edificio judicial, el abogada del colectivo ultraderechista Dignidad y Justicia, acompañada entre otros de su presidente, Daniel Portero, que no hicieron declaración alguna y evitaron a los medios.

A pocos metros, detrás de una pancarta con el lema ``Adierazpen askatasunaren alde. Jazarpen politikorik ez!'', se situaron representantes de Sortu como Rufi Etxeberria, Marisa Alejandro, Joseba Permach, Pernando Barrena, Juan Joxe Petrikorena o Niko Moreno y los junteros soberanistas vizcainos Joseba Gezuraga y Asier Arana, junto a decenas de personas que denunciaron este nuevo episodio de persecución política que sufre un dirigente de la izquierda abertzale por cuestionar la «transición» española.

Pero las muestras de solidaridad hacia Hasier Arraiz no se limitaron al exterior de la sede judicial en Bilbo. En Gasteiz, donde había pleno de la Cámara autonómica, un tercio de los veintiún parlamentarios de EH Bildu se ausentó en solidaridad con su compañero, que no pudo acudir por tener que declarar. El PNV, según reveló la víspera Unai Urruzuno, mostró su «rotundo rechazo» al aplazamiento, que PSE y PP se mostraban dispuestos a valorar.

A la salida de la declaración en la capital vizcaina, Arraiz, al igual que Iruin, dijo que espera que las diligencias por un supuesto delito de «enaltecimiento y justificación del terrorismo y humillación a las víctimas» sean archivadas. Indicó que a juez y fiscal les explicó lo que había manifestado en aquella mesa redonda que compartió en Bilborock junto al historiador Iñaki Egaña bajo el epígrafe ``Santi eta Josu, herriarenak zarete'' y que ratificó ayer.

«Dije que hace 35 años, en el Estado español hubo una oportunidad para la ruptura democrática que posibilitara, entre otros, el respeto a los derechos nacionales del pueblo vasco y que esa ocasión se frustró por la elección estratégica que hicieron determinados partidos políticos», rememoró. Remarcó Arraiz que la izquierda abertzale optó y lo sigue haciendo por esa ruptura democrática.

Versiones periodísticas

El coordinador nacional de Sortu quiso «discernir» entre lo que él expresó en Bilborock -y de lo que existen grabaciones- y lo que «ciertos medios de comunicación escribieron al respecto, que no tenía nada que ver». Así, hubo reseñas periodísticas que apuntaron a que había justificado una supuesta estrategia de apoyo a «la lucha armada» practicada durante décadas por ETA y finalizada en octubre de 2011.

A preguntas de los numerosos medios de comunicación presentes ante el Palacio de Justicia de Bilbo, Hasier Arraiz recordó la reflexión que lleva repitiendo desde aquel 18 de noviembre de 2013: «Que hace 35 años, cuando el Estado español salía del franquismo, hubo una oportunidad para una ruptura democrática que posibilitara, entre otros, el respeto a los derechos nacionales del pueblo vasco y en esa ocasión se frustró por la elección que hicieron determinados partidos políticos».

En la actual coyuntura, décadas después, el dirigente de Sortu defendió que «Euskal Herria, necesita esa ruptura democrática con un Estado español que no permite decidir libre y democráticamente su futuro a los vascos».

A partir de ahí, Arraiz señaló que su citación para declarar ayer como imputado ante la Sala de lo Penal del TSJPV «evidencia que la libertad de expresión se vulnera en este país, y que, para los militantes de la izquierda abertzale, sigue sin existir condiciones democráticas para afrontar con total libertad el debate político».

Tampoco perdió la ocasión de agradecer a todas aquellas personas que le han mostrado su solidaridad estas últimas jornadas, «y en especial, a aquellas que, no estando de acuerdo con lo afirmé, consideran que tengo todo el derecho a poder decirlo y respetarlo».

Hasier Arraiz explicó que ahora lo que debe decidir el magistrado intructor, Borja Iriarte, es «si se abre un proceso judicial o no». «Espero que esto acabe aquí», comentó.

Tras la declaración, Iñigo Iruin trasladó a los periodistas que la comparecencia había sido «corta» porque es un caso «muy sencillo».

Terminadas las diligencias, el fiscal superior, Juan Calparsoro, remitió un escrito al alto tribunal autonómico en el que manifestó que, una vez analizados los ejemplares de prensa y la grabación que recogen textualmente las palabras del denunciado, no observaba indicios de delito en las declaraciones de Arraiz y solicita el sobreseimiento de la causa.

A pesar de ello, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco citó a declarar en calidad de imputado a Arraiz, designando al magistrado Borja Iriarte como instructor de las diligencias, a fin de dilucidar si aquellas palabras fueron constitutivas de «un delito de enaltecimiento y justificación del terrorismo y humillación a las víctimas».

Unas declaraciones claras que motivaron la oscura querella

En aquella charla del 18 de noviembre de 2013 en Bilborock, el coordinador nacional de Sortu, Hasier Arraiz, aseguró que «hace 35 años, la izquierda abertzale hizo una elección que consideramos hoy más que nunca acertada: no participamos en un juego que no tenía nada de democrático y nos hemos dedicado todo este tiempo a poner sobre la mesa las contradicciones de ese supuesto juego democrático, y las hemos pagado, y muy caro además. Y no estamos dispuestos a rechazar ni a revisar nada de aquello».

«Reivindicamos con todos nuestros errores lo que fuimos y lo que somos, y lo que hemos hecho y lo que hacemos, como no podría ser de otra manera». Arraiz confesó que «es cierto que esa batalla esta ahí y, nos guste más o menos, nos obliga y nos va seguir obligando a entrar a esos escenarios del pasado donde está claro que nadie esta libre de responsabilidades».

Más adelante, dejó claro que «en este conflicto nadie ha estado de espectador. Todo el mundo ha tomado parte. Todos hemos hecho sufrir y todos hemos sufrido. Nosotros no tenemos ningún problema para reconocer todas nuestras responsabilidades, siempre lo hemos hecho y creo que es algo que nos honra y es lo que nos da credibilidad hacia la propia sociedad vasca».

Siguiendo su reflexión, afirmó que «estamos orgullosos de la lucha que hemos hecho, del trabajo que hemos hecho en defensa de los derechos del pueblo vasco. Y otros tendrán que decir qué es lo que han hecho y han dejado de hacer en todo este tiempo, de qué tipo de estrategia se han beneficiado y a qué tipos de estrategia han dado cobertura».

Subrayó que no tenían nada que ocultar. «Otros sí que quizás lo tengan que hacer y, evidentemente, nos están obligando a entrar a esa batalla del relato, que nosotros preferíamos hacerla en una dinámica mucho más constructiva, como pieza de construcción de una convivencia del futuro, más que como un juego de quién es el vencedor y quién es el vencido de este conflicto, que es al fin y al cabo lo que pretenden tanto los unos como los otros, tanto el PSOE como el PP o como el PNV», manifestó.

Un mensaje claro que llevó a Dignidad y Justicia a querellarse en base a informaciones periodísticas. A.G.