IKUSMIRA
IKUSMIRA

Donostia 2016: una dimisión poco elegante que no impide que el proyecto siga adelante, «sí o sí»

Con unas formas desde luego poco elegantes y que no dejan en buen lugar a una persona que tanto apostó por ella como el alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, la directora de Donostia 2016 ha dejado su puesto. Y quienes desde el principio no han digerido el hecho de que el gobierno de Bildu dinamice un proyecto tan importante como el de la Capitalidad Europea, quienes han hecho del ataque personal a Izagirre un fin en sí mismo, no han desaprovechado la oportunidad para salir en tromba. Falta de liderazgo, ausencia de ideas, graves problemas de coordinación, sectarismo ideológico... las críticas de manual no se han hecho esperar. El «totum revolutum» y la demagogia alarmista y el ambiente enrarecido están servidos en el menú.

En un sincero ejercicio de autocrítica, Izagirre, tras mostrarse dolido a nivel personal con la dimisión, reconoció falta de estabilidad, de atino en la comunicación y en la transparencia. E hizo un llamamiento a la tranquilidad. Porque Donostia 2016, sin ser de nadie, es para la ciudad y la cultura euskaldun un trampolín sin igual. Y porque a pesar de los pesares y con el apoyo de la ciudadanía seguirá adelante, «sí o sí».