Enrique RUBIO

Un triple atentado lleva el terror a la Universidad de El Cairo

Un general de la Policía egipcia murió y otros cinco oficiales resultaron ayer heridos en un triple atentado que llevó el terror a la Universidad de El Cairo, bastión de los partidarios del derrocado Mohamed Morsi. Los ataques fueron asumidos por un grupo extremista de reciente creación.

La explosión de tres artefactos caseros a las puertas de la Universidad de El Cairo causó la muerte a un general de la Policía y añadió conmoción a una comunidad educativa envuelta en el caos por la situación política.

Las dos primeras bombas, de fabricación casera y cargadas con metralla, explotaron poco antes del mediodía, tras ser detonadas a distancia junto a un puesto de control policial frente a la facultad de Ingeniería de la Universidad de El Cairo, indicaron a Efe fuentes policiales. El general Tarek al-Mergaui, jefe de la Policía de investigación en el sector de Guiza, murió por el impacto de los clavos que contenían. Cinco oficiales resultaron heridos.

Dos horas después, cuando curiosos y periodistas se congregaban frente a la facultad, un nuevo explosivo fue detonado junto a las ambulancias y furgones policiales desplazadas al lugar, sin causar heridos.

El grupo Aynad Misr (Soldados de Egipto), de reciente creación, asumió la autoría de los ataques «en respuesta al aumento de las campañas de detención de mujeres y jóvenes», y dijo haber limitado otras acciones que podían haber matado a civiles.

No parece casual el lugar escogido para los atentados, pese a estar dirigidos contra la Policía.

La Universidad de El Cairo, como el resto de centros de enseñanza superior de la capital se ha convertido en el principal escenario de las manifestaciones en favor del depuesto presidente Mohamed Morsi, reprimidas por las fuerzas de seguridad.

Las autoridades se han visto impotentes por el momento para frenar la convulsión en las universidades, hasta el punto de tener que prolongar las vacaciones intersemestrales para prevenir la violencia y endurecer las sanciones a estudiantes.

Los Hermanos Musulmanes y sus grupos afines no ocultan que la agitación estudiantil es, hoy por hoy, la piedra angular de su desafío a las autoridades surgidas del golpe de Estado de julio.

Sin embargo, la irrupción del «terrorismo» en las puertas del campus -aunque ya habían explotado pequeños artefactos- representa una escalada que podría llevar a un endurecimiento de la seguridad. El rector, Gaber Nasar, pidió que el Gobierno tome medidas, ya que él no puede hacer nada «contra el terrorismo».

Precisamente, una comisión ministerial que incluye al titular de Defensa, Sedki Sobhi, y al de Interior, Mohamed Ibrahim, decidió proponer al Consejo de Ministros la aprobación de nuevas leyes antiterroristas.

Por su parte, los estudiantes islamistas marcaron distancias a través de un comunicado en el que condenaron los actos.