Los trabajadores de Incoesa demandaron ayer en su tercera semana concentrados ante la delegación del Gobierno autonó- mico en Bilbo que la Dirección de Trabajo «rechace el expediente de extinción de empleo que ha propuesto la empresa» para tener las manos limpias y cerrar la planta de Bedia y deslocalizarse a Cáceres y Soria.

Con casi 330 días de huelga a sus espaldas, un grupo de trabajadores demandó al Ejecutivo de Urkullu que «no vacile y apueste por mantener el empleo y las empresas en nuestro pueblo».

Explicaron que la Autoridad Laboral les recibió este pasado lunes y le pidieron un informe serio, sensato». Recordaron que el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Bilbo denegó en enero los traslados planteados por la empresa, a la vez que la propia Diputación de Bizkaia concluyó que la decisión de Incoesa es una estrategia de deslocalización por lo que tendrá que devolver 155.000 euros en ayudas y tendrá un período de ocho años que no podrá recibir ayuda de ningún tipo. Sin embargo, el montante principal de las ayudas le fue transferido por el Gobierno vasco, alrededor de dos millones. Quieren que el Ejecutivo de Urkullu recupere esa ayudas si la empresa se va.

El juntero de EH Bildu Asier Arana y la parlamentaria Arri Zulaika apoyaron a los trabajadores y se preguntaron si el Ejecutivo de Gasteiz apoyará el cierre o se implicará con la demanda de los trabajadores de Bedia. Para ambos, el mantenimiento de Incoesa es «el mejor plan de empleo. Es real. No son palabras bonitas ni pretensiones».