A domicilio y frente a un equipo de play-off. No parece el mejor escenario para reencontrarse con el triunfo, pero el Alavés no está para muchos miramientos.

La temporada entra en su recta final y el margen de error de los albiazules se ha agotado casi por completo, así que la victoria debe ser su único objetivo, al margen de cualquier otro condicionante. «Vamos con la idea de siempre -ratifica Alberto López-, intentar ganar el partido».

El entrenador irundarra reconoce que enfrente habrá un rival «muy físico, con muy buena dinámica de trabajo y las ideas muy claras, con dos jugadores arriba con gol y una dinámica muy positiva. Si no estamos muy despiertos y a nuestro máximo nivel lo vamos a pasar mal», admite, aunque asegura tener plena confianza en sus hombres, a los que ve «bien preparados para afrontar el partido» e incluso «reforzados» por el punto sumado ante el Zaragoza, porque pese a que el Alavés marcó primero, la tarde se le puso muy complicada ante los maños y al menos consiguió «no perder» el partido. «Es un buen refuerzo para que los jugadores crean. Hubiese sido mejor ganar, por supuesto, pero estamos bien preparados», insistió.

El pasito adelante, la victoria que no pudo celebrar en su debut en el banquillo, tendrá que darlo Alberto con un once renovado, después de que Manu García viera la quinta amarilla el domingo y Samuel haya tenido que quedarse en Gasteiz con problemas en la rodilla. Para tapar el hueco en defensa, es probable que el técnico opte por retrasar a Álex Ortiz y alinear a Carlos Lázaro en el centro del campo junto a Jagoba Beobide. En la línea de tres, la ausencia de Manu García se ve compensada con el regreso de Ion Vélez, ya recuperado, que retornaría así directamente al once inicial. Aunque Alberto también podría decidirse por contar con Nano, en el banquillo la semana pasada, para reforzar la banda por arriba, con lo que Ion Vélez pugnaría por arrebatarle el puesto a Stevanovic.