EDITORIALA
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Palabras que no son proféticas, sino lógicas

Al Jazeera ha publicado una extensa entrevista con Arnaldo Otegi en la que el portavoz abertzale expone su punto de vista sobre la actualidad política vasca. No es la primera vez que la influyente cadena catarí se interesa por Euskal Herria, siempre intentando buscarle una vuelta a la versión oficial respecto al conflicto, y esta vez ha optado por dar la palabra a un líder político que lleva más de cuatro años preso por hacer política, lo que no deja de ser una elocuente carta de presentación de la situación existente en este país.

Otegi es una de las pocas personas que se dedican a la política en esta tierra que puede asumir sin rubor el calificativo de brillante, y en sus respuestas vuelve a poner de manifiesto la claridad de pensamiento que le caracteriza. Con todo, sus reflexiones no dejan de responder a la lógica de un militante que conoce la realidad que le rodea y que no pasa sus declaraciones por el tamiz de la corrección política o el interés partidista. Él, como sus compañeros y compañeras presas, no está encarcelado por ansiar un cargo institucional ni por favorecer a su partido, de forma que sus palabras cobran una autoridad insospechada en otros dirigentes políticos. Por eso resulta tan verosímil cuando anuncia que los estados se volverán más agresivos a medida que la parte vasca siga dando pasos en favor de la solución; por eso es tan convincente cuando sostiene que no hay que aguardar a que la agenda de las consecuencias del conflicto esté completamente resuelta para avanzar en el otro carril, en ese por el que naciones como Escocia y Catalunya llevan tiempo transitando, y por eso es tan contundentemente creíble cuando afirma que el Estado español no podrá evitar la libertad del pueblo vasco.

En sus palabras no hay nada profético, sino solo la aplastante lógica de este pueblo. Madrid mantiene preso a Arnaldo Otegi como venganza, pero también, y sobre todo, por el capital político que representa, algo que entrevistas como esta permiten que no olvidemos.