I. IRIONDO

ELA eslabona este Aberri Eguna con la cadena humana del 8 de junio

ELA hizo pública ayer su declaración del Aberri Eguna de 2014, en la que «anima a su afiliación a participar en los actos públicos y plurales que se celebrarán en nuestro país con ocasión de la festividad» y le pide «compromiso con la iniciativa Gure Esku Dago, promoviendo la cadena humana que se celebrará el 8 de junio» con el lema «Somos una nación, tenemos derecho a decidir y es la hora de la ciudadanía».

La iniciativa de Gure Esku Dago para unir Durango con Iruñea con una cadena humana, que tiene por lema «Euskal Herria es una nación, tiene derecho a decidir y es la hora de la ciudadanía», resume para ELA el espíritu político que debe tener este Aberri Eguna, en un momento en el que «los parlamentos no son suficientes para provocar cambios políticos y sociales de calado».

La declaración de ELA para el Aberri Eguna de 2014 muestra una situación muy mala en Euskal Herria para los intereses nacionales y de las clases populares. Por un lado, «los poderes económicos y financieros han asestado un golpe durísimo a todas las instituciones que, en democracia, deberían haber resistido a esta destrucción sistemática de derechos».

A su entender, «esta gestión injusta y clasista de la crisis difícilmente podría llevarse a término sin la colaboración de nuestras propias élites políticas y empresariales». Ejemplo palpable de ello es «el acuerdo sobre el Concierto Económico suscrito con el Gobierno Español por el Gobierno Vasco y las Diputaciones forales gobernadas por PNV, PP y Bildu (acuerdo que recoge el apoyo a la disciplina presupuestaria), los acuerdos en política fiscal, o la bancarización de las cajas y la pretendida privatización de Kutxabank».

Frente a estas «decisiones que las élites gobernantes toman contra los intereses de las clases populares, porque comparten sus intereses de clase», ELA destaca «el esfuerzo militante de todas aquellas personas que han hecho suya una posición política y social clara» y, «de entre todos ellas, el compromiso de su propia militancia en esta fase de resistencia».

Por otro lado, denuncia que «las alianzas políticas que aplican la agenda neoliberal en nuestro país definen también el debate del autogobierno». Así, la ponencia de la Cámara de Gasteiz «nace mutilada» porque el PNV (al que no cita y define como «la principal fuerza política») «ha decidido, antes de comenzar el debate, que el futuro estatus sea fruto de un consenso con al menos una de las dos primeras fuerzas españolas».

Sin convocatoria propia

Otra desilusión para ELA ha sido comprobar que el fin de la lucha armada no ha dado lugar, como pensaba, «a un acuerdo interclasista en clave de soberanía», por culpa de que los partidos abertzales se han enzarzado en «la lucha por el relato sobre el pasado y por la hegemonía electoral». Por ello, «y habida cuenta de las limitaciones de la política institucional para dar determinados pasos, ELA considera que esta fase puede y debe ser una etapa fructífera para articular una potente movilización social que trabaje para ese objetivo».

Para esto, el sindicato toma dos ejemplos. Por un lado, la capacidad de Catalunya para «articular una movilización social importante», que, cabe recordar, agrupa en torno al derecho a decidir desde sectores populares a las élites que gobiernan a golpe de duro recorte. El otro ejemplo es el de Escocia, que a través de la conexión de las fuerzas soberanistas con las aspiraciones de las clases populares, amplía «adhesiones sociales a las reclamaciones de plena soberanía».

En este contexto, llega el próximo domingo la celebración del Aberri Eguna, para el que ELA no realiza ninguna convocatoria propia, sino que llama a su militancia «a participar en los actos públicos y plurales que se celebrarán en nuestro país».

Una jornada que servirá de trampolín para la cadena humana convocada por Gure Esku Dato el 8 de junio, que constituye «una referencia ilusionante y necesaria para comenzar a dar pasos más definidos en pos de la soberanía. Si acertamos en este tipo de dinámicas -asegura la central abertzale- podemos convertir el rancio discurso de la España uniforme en una oportunidad para incrementar nuestra conciencia política y posibilitar nuevas estrategias de acumulación de fuerzas, ganando la adhesión creciente de las masas populares al proceso nacional».

«Defiendo una relación bilateral con España, no en España»

El presidente del Donostia International Physics Center y consejero en el primer Gobierno autonómico, Pedro Miguel Etxenike, denunció ayer la invasión competencial que el Estado viene realizando a través de las leyes básicas que promulga y que llegan al detalle de reglamentos que impiden ejercer el autogobierno. Por ello, sostuvo que lo importante no es «rediseñar» el Estatuto, sino conseguir que el Estado español cumpla lo que acuerda. Vista la experiencia que se ha ido acumulando, aclaró: «Yo soy partidario de una relación bilateral con España, no en España».

Entrevistado en el programa «Boulevard» de Radio Euskadi, definió la situación actual del autogobierno vasco echando mano del libro «Alicia en el País de las Maravillas», en el que la Reina Roja cuenta que en su país «hay que correr mucho para seguir en el mismo sitio». «En el terreno de las competencias -resumió Etxenike- llevamos treinta y cuatro años corriendo para defender lo que conseguimos; simplemente, para estar en el mismo sitio». GARA