El cierre del Ibex con un leve descenso no puede tapar el susto recibido por muchos inversores con el vendaval de ventas que le empujó por debajo de los 10.000 puntos. Parecía que la suerte estaba echada, pero resurgió de sus cenizas gracias a datos llegados desde el otro lado del Atlántico. Los beneficios de Citigroup, que se elevaron un 3,5% más en el primer trimestre, y el repunte del consumo -las ventas minoristas crecían un 1,1% en marzo - fueron los argumentos para ayudar en la recuperación general de las bolsas. No se puede ocultar, sin embargo, el grave cariz de las tensiones en Ucrania, donde ni Occidente ni Rusia parecen estar dispuestos a ceder en sus posiciones y todo apunta a un nuevo recrudecimiento de las hostilidades en las zonas prorrusas. Nadie descarta ahora una guerra armada interna. Por el momento, y gracias al auxilio de Wall Street por la tarde, el Ibex se mantenía cerca de los 10.200 puntos. En concreto, hoy empezará con 10.188,20 puntos, después de ceder un 0,17%. Al resto de plazas europeas les daba tiempo incluso de borrar los números rojos. Fráncfort sumó un 0,26%, Londres, un 0,34%, y París, un 0,43%. Por valores del Ibex, se significó la caída de Santander (-0,85%), tras descontar los derechos de la ampliación por el dividendo complementario. Los demás pesos pesados acabaron en verde, con Telefónica y Repsol al frente con ganancias superiores al 1%. El mejor del día fue Viscofan (+2,18%), mientras que Gamesa (-5,51%) y Jazztel (-4,09%) sufrían severos correctivos. En París, Total (+2,88%) lideró el capítulo de alzas, frente a Renault (-3,33%), el peor del día.