Raimundo Fitero
DE REOJO

Sin sal

Qué se necesita para hacer un programa supuestamente dedicado a la cocina? Si uno tiene la oportunidad de ver otros canales, otras plataformas, además de comprender que el «Master Chef» de TVE es una franquicia milimétrica, sin ningún aporte propio, lo mismo que tantos otros programas similares presentados con nombres parecidos en otros canales o en concreto con «Pesadilla en la cocina», aunque en este caso la versión española es bastante de peor nivel, no solamente por el conductor, sino por la propia estructura. Es decir que para hacer estos programas franquicia lo que se necesita es poner dinero, elegir un jurado competente y telegénico, un casting eficiente y después meter todos los elementos secretos necesarios para mantener la atención.

Pero si rastreamos bien, además de haber canales específicos dedicados a ir colocando uno tras otras programas con señeras cocineras, monjas, amas de casa, abuelas, dicharacheros cocineros jóvenes, viejos o medianos. Es decir, parece ser algo muy fácil hacer un programa a base de cocinar en unos fogones ante la cámara, ya sea desgranando nuevas recetas, recurriendo al recetario popular y tradicional o simplemente copiando lo que sacan al momento de las redes sociales. Viendo tantos programas con cocinero, tantos programas con la intención de enseñarnos a hacer pasteles, que por cierto hay uno dedicado a los cupcakes de las narices, lo que ya es el colmo de la especificad, triunfando en medio mundo y revelándonos que existen infinidad de manera de hacerlos, uno duda de la intención final.

Tendrá que ser así, seguramente son muy económicos, ocupan muchos minutos, siempre hay alguien interesado en aprender a hacer una sopa de ajo. Lo cierto es que hay horas de la programación en la que o estás jugando, apostando, sabiendo tu futuro o tu pasado, o te dedicas a aprender trucos culinarios. Muy repetidos, absurdos. Y lo cierto es que cualquier plato típico tiene una versión tradicional en la otra parte del mundo. Es un asunto muy curioso. O las migraciones colonialistas fueron muy eficaces o las civilizaciones descubrieron pronto lo básico para alimentarse y sobrevivir y de paso disfrutar comiendo sin sal.