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BÉRÉNICE BEJO
ACTRIZ

«Adoro mi pasado, incluidos los malos momentos»

Bajo la dirección del iraní Asghar Farhadi, la recordada Peppy Miller de «The Artist» vuelve a poner todas las miradas en ella asumiendo el papel protagónico en «El Pasado». A la actriz nacida en Buenos Aires el papel le valió para obtener el galardón a la Mejor Actriz en Cannes.

A Bérénice Bejo (Buenos Aires, 1976) no le importa verse en la pantalla «siempre y cuando sea en una buena película», dice dando muestras de su sentido del humor. «El Pasado» es una de las buenas, que hasta le valió para coronarse como Mejor Actriz en la pasada edición del Festival de Cannes, donde este filme tuvo su estreno mundial. Bejo encarna con una impresionante naturalidad a Marie, una mujer que no es precisamente el tipo de persona al que se le funda un club de fans.

Como anécdota, la intérprete criada en el estado francés nos cuenta la primera vez que Asghar Farhadi le reveló algo de Marie: «Es una mujer con dos niños, en pleno proceso de divorcio, y que está enamorada de otro hombre con un hijo». Con esto, el director iraní más bien le trazó en el aire a manotazos un escueto dibujo de un personaje bastante complejo que forma parte del triángulo (conformado por Ali Mosaffa y Tahar Rahim) de «Le Passé», título original del filme.

Varios meses más tarde, con la película lista, Farhadi recogía como margaritas las impresiones de haber rodado por primera vez fuera de Irán y en francés. En ese confesionario, el realizador evocaría el momento en que conoció a Bérénice, quedándose prendado de su «calidez y autenticidad»; cautivado por esa sensación de que «puedes conectar de inmediato con ella» y sorprendido por la «inteligencia y energía positiva» que emana desde la gran pantalla. Todas estas fueron las razones por las que Farhadi no pudo olvidar tan rápido ese encuentro fortuito en Estados Unidos, cuando cada uno andaba en viaje de promoción de su respectiva película.

Aquel fue el año de «Nader y Simin: una separación», con la que Asghar Farhadi ganaría por partida doble el Oscar y el Globo de Oro; pero también de «The Artist», de Michel Hazanavicius, igualmente nominada y vencedora en Estados Unidos (y en el mundo), poniendo en el punto de mira a Bérénice en su rol de Peppy Miller.

Marie nada tiene que ver con Peppy, para beneplácito de Bérénice, ayudándole a vencer el cierto temor de que cayeran en sus manos roles parecidos a la encantadora chica en blanco y negro.

¿Cómo llegó al rol de Marie?

Conocí a Asghar cuando estábamos haciendo la promoción de «The Artist» (2011), al mismo tiempo que él estaba promocionando «Nader y Simin: una separación» (2011). Como esa película me había conmovido mucho, en una oportunidad que tuve me presenté, le estreché la mano y seguí mi camino. Después de la entrega de los Oscar me llamó.

¿Esperaba que la escogiera?

No es que trates de convencerle de que eres la persona ideal para asumir un rol en una de sus películas, porque él no hace audiciones normales. Vas, haces una prueba de imagen, te fotografía, te mira como buscando algo en tu rostro, y después de una hora te dice «adiós». Esperé un mes su respuesta. En esas pruebas, es como si él necesitara visualizar al actor en el personaje. Casi lloré cuando me llamó para avisarme que me había escogido. Conocía sus películas, son historias muy buenas, y el trabajo de los actores es increíble. Por eso pensé que como director podría llevarme muy lejos, adonde nunca había llegado como intérprete. Tiempo después, Asghar me contó que había visto muchos de mis filmes antes de nuestro encuentro. Sin embargo, de alguna manera él tenía que encontrar en mí a Marie, por eso necesitó hacerme esas pruebas.

¿Cómo fue la forma de trabajo con Asghar Farhadi?

Ensayamos durante dos meses; estuvimos trabajando en el guión, haciendo las escenas una y otra vez e improvisando sobre las mismas, conociendo a los compañeros de reparto, y a él en particular: lo que quería, su forma de pensar y de trabajar... Así que los primeros meses personalmente me sentí cargada, estresada e irascible, porque Marie tiene que pasar por muchas situaciones duras, y eso me lo llevaba a casa. Llegaba a casa con la tensión y las frases de Marie, hasta el punto que mi esposo me dijo: «Estás bastante estresada, ¿no?» (se ríe). No era yo, y me asusté mucho de tener ese comportamiento, de que durante todas esas semanas de rodaje me llevase a Marie a casa... Asghar siempre nos decía que teníamos que sentir el personaje, pero para lograr algo así tienes que olvidarte de ti misma, debes digerir todo lo que le sucede. Cuando llegó el momento de filmar, me sentí totalmente libre, y cuando decían «corte» era yo otra vez, y cada día volví a casa feliz.

¿En qué aspectos se ve reflejada en Marie?

No me parezco en nada a ella. Es más, no me gusta mucho (se sonríe). Esa es una de las razones por las que disfruté haciendo este papel. Marie es muy diferente a mí. No es precisamente una mujer adorable; es egoísta, dura, a veces la amas, otras no. Y eso me gusta. Es una mujer que duda todo el tiempo, y yo no soy así, yo sigo hacia adelante; ella no ha encontrado la forma para dejarse querer, mientras que en mi caso estoy rodeada de cariño y amor; además, adoro mi pasado, incluidos los malos momentos... Lo único que puedo tener en común con ella es que también tiene una patchwork family [familia ensamblada]. Aunque no tenga nada que ver con Marie y esté muy alejada de su situación, como persona puedo conectar, porque es una historia universal. Por ejemplo, tengo amigos que han atravesado una situación similar.

¿Hubo alguna escena especialmente compleja de rodar?

(Reflexiona largo) Nada me resultó difícil, porque Asghar es un director muy particular. Tal vez lo más duro fue sentirme culpable unas veces y otras no, así como aceptar todas las dudas que tiene Marie. Tuve mis reservas para llegar a querer a ese personaje tan conflictivo... Es que no puedes asumir un rol si no le tienes aunque sea el mínimo aprecio.

¿Qué es lo que le fascina del trabajo de Fahardi?

Sus historias siempre son fantásticas, los actores están increíbles, y tienes la sensación de que estás viendo una buena película que te atrapa, te mantiene en expectativa; y así, aunque sea un drama muy duro, sientes que estás dentro del filme.

¿Cuáles son las diferencias entre trabajar con un director iraní y uno occidental?

No hay ninguna diferencia. Yo tampoco defino a un director, ni a la gente en general, por su nacionalidad. Asghar es un fantástico contador de historias, y hace que te metas en ellas. Después de hacer «The Artist» pensé que nunca más me ofrecerían un rol tan bueno como ese, porque cuando pasa algo como lo que viví con esa película, es muy probable que transcurran algunos años hasta que te den un rol como el de Marie.

Se puede pensar que después de haber estado nominada al Óscar como mejor actriz, le llegarán muchas ofertas para trabajar en Estados Unidos...

Por razones personales no iría a trabajar a Estados Unidos. Me quiero quedar en París con mi familia. Hasta rechacé una película francesa que iba a ser rodada en el sur de Francia, pero tres semanas más tarde recibí la oferta de Asghar para trabajar en París.

Obviamente, si me hubiera dicho para rodar tres meses en África, hubiera metido a mi marido y a mis hijos en la maleta para irme de inmediato. No recibí ninguna oferta tentadora antes del ofrecimiento de Asghar, así que no tuve que rechazar maravillosas oportunidades de trabajo, y menos en América.

Después de «The Artist», ¿cree que «El Pasado» se convertirá en una nueva referencia en su carrera?

Sabía que «The Artist» iba a ser algo muy fuerte, pero realmente no tuve miedo de no encontrar algo nuevo porque sabía que trabajaría otra vez con Michel [Hazanavicius, su esposo]. Sin embargo, no me veo como una actriz que tenga que demostrar lo que es capaz de hacer; leo los guiones que me llegan, pero no me presiono, ni me juzgo, ni estoy corriendo detrás de un rol en específico.

¿Cómo maneja sus expectativas de cara a un proyecto cinematográfico?

En realidad no las tengo (se sonríe). Creo que no me predispongo de esa manera. Simplemente me lanzo al agua, y me gusta encontrar a gente especial para trabajar. Me concentro en el trabajo, en ese determinado proyecto en el que me he embarcado, y de vivir una buena experiencia. Disfruto mucho el hecho de ser actriz, y me encanta cuando hay una reacción positiva por parte del público y de la crítica.