Joseba VIVANCO
Fútbol internacional

A la sombra de Moyes

Muere portero gabonés al pisarle la cabeza, y jugador de la Premier por cáncer.

Era el 2 de marzo de 1991. El lateral izquierdo del Manchester United Denis Erwin solicitaba el cambio por lesión y en su lugar entraba al campo un chaval de 17 años llamado Giggs. Los red devils perderían ese partido contra el Everton, pero ganaban una leyenda, que es desde esta semana el nuevo técnico del United. La última vez que los de Manchester despedían a un entrenador fue en noviembre de 1986. David Moyes, que firmara por seis campañas, abandona el club tras solo 348 días en el cargo, siendo el que menos tiempo ha durado (diez meses) desde Jimmy Murphy en 1958 (cuatro meses), que sustituyó al gran Matt Busby mientras este se curaba las lesiones sufridas en el accidente aéreo de Munich donde murieron 23 personas.

El 2-0 que le hizo el lanzado Everton esta jornada fue la puntilla para un técnico que ha disputado 22 partidos en 2014 y ha perdido 11. Un técnico que ha dirigido 51 partidos al United y ha utilizado ¡51 alineaciones diferentes! «Siempre pensé que un técnico nunca termina de aprender. Tomaré como una valiosa experiencia mi estancia aquí», declaraba en su despedida. Era la crónica de un cese anunciado, lo mismo que su relevo, que recae de forma interina en el veterano Ryan Giggs -ayudado por Paul Scholes-, quien hasta esta semana tenía como único reto marcar un gol, dado que suma 21 campañas en lo más alto marcando siempre... excepto en la presente.

Sir Alex Ferguson, hoy añorado, llevaba cinco años al frente del equipo con el inquietante cartel de `semana a semana', siguiendo la estela de una escasez de títulos de más de 20 años bajo la hegemonía inalterable del Liverpool. Estuvo a punto de ser cesado, pero se le dio confianza. Con la llegada de aquel joven extremo galés Giggs -al que vio jugar desde la ventana de su despacho- y otros prometedores valores -como Paul Scholes o los hermanos Neville-, todo cambió. Luego llegarían David Beckham y compañía, los `Fergie Babes', que marcarían una época, como la rubricó poco antes el auténtico artífice del cambio de mentalidad del United, el francés Eric Cantona, que fichó justo cuando en 1992 la afición bostezaba de aburrimiento. Hoy, sea Giggs -`The Interim One' le han apodado- quien tome el mando, sea como parece Louis Van Gaal -Jurgen Klopp ya ha dicho nein-, está claro que los red devils necesitan una nueva catarsis que les devuelva a lo más alto del fútbol inglés.

Oficialmente, para el club, la Champions ya está perdida -primera vez que queda fuera de la máxima competición continental de clubes desde la campaña 1995-96-, lo que inevitablemente le acarrerá pérdidas millonarias. Le restan tres partidos para meterse en la Europa League, un premio de consolación a ojos de los clubes ingleses. Ahora es 7º, a 6 puntos del Tottenham. La última clasificación fuera de los 6 primeros del United fue en la 1989-90, temporada en la que ganó la Liga el Liverpool. ¿Habrá repetición?

Los de Brendan Rodgers ganaron por 2-3 al Norwich, haciendo buenas las palabras de su capitán Steven Gerrard nada más derrotar al City de acometer cada partido siguiente con ese mismo espíritu. Y lo hicieron encaramados a una joven promesa hecha realidad, de origen jamaicano y nombre Raheem Sterling, con dos goles y una asistencia de lujo para que Luis Suárez anotara su 30º gol en esta Premier, ninguno de penalti.

Sterling llegó con 5 años a Inglaterra y, curiosamente, además de la nacionalidad jamaicana tiene también la inglesa y la escocesa. Se forjó en las categorías inferiores del QPR, donde con 14 años ya jugaba con los sub´18, hasta que Rafa Benítez se lo llevó a Anfield a cambio de 600.000 euros. Elegido mejor jugador joven de la Liga la temporada pasada, y con su apenas 1,70 metros, ha mantenido esa progresión, no exenta de roces con sus técnicos dada su fuerte personalidad y sus salidas de tono en los tabloides ingleses: dejó embarazadas a dos chicas en un plazo de dos semanas, lo que le generó no pocas chanzas en las redes sociales. Pero donde es realmente hábil es sobre el césped, tanto que ya ha sido llamado para la selección absoluta inglesa y no es descartable verle en el Mundial brasileño.

Su Liverpool encadenaba 11 victorias consecutivas en Liga inglesa por primera vez desde marzo-mayo de 1982. Un triunfo que valió el doble porque el Chelsea le puso en bandeja su primera Premier, al caer contra todo pronóstico en Stamford Brigde 1-2 ante los Black Cats de Gustavo Poyet, un ex-Chelsea.

77 partidos, ese era y es el impresionante récord de partidos sin perder de Jose Mourinho (61 victorias y 16 empates) como entrenador de los Blues en su estadio. Ahora, su equipo está a 5 puntos del Liverpool y ambos se miden este domingo en Anfield en un choque que puede sentenciar definitivamente la Premier League. La impresión general que están dando sus rivales es de claudicación, desde el colosal derrumbe del Manchester United hasta las vacilaciones del Arsenal -que al menos ganó y mantiene la cuarta plaza-, Man City y Chelsea.

Actualidad vertiginosa en el fútbol inglés, que ha oscurecido en cierto modo los ascensos ya matemáticos del modesto Burnley -«prado junto al río Brun», que con 90.000 habitantes será la ciudad más pequeña del país con un club en la Premier-, y del Leicester City -que no jugaba en la máxima categoría desde 2004-. Como ha dejado en segundo plano el fallecimiento del australiano Dylan Tombides, jugador del West Ham, a causa de un cáncer testicular que padecía desde hacía tres años. Sólo tenía 20 años. Como de luto está el fútbol en Gabón, después de que en un partido de Liga el arquero Sylvain Azougoui, del AC Bongoville, muriera tras recibir un pisotón accidental en la cabeza de un delantero rival. El portero, de 30 años, falleció de camino al hospital.

Campeón católico norirlandés

Quien no desfallece es el Bayern Munich de Guardiola, que acabó con tres partidos sin victorias en la Bundesliga imponiéndose por 0-2 al colista, el modesto Eintracht Braunschweig. Eso sí, «no hemos jugado para tirar fuegos artificiales, pero siempre es difícil contra este rival en este campo», reconoció el ariete Thomas Müller. El Borussia Dortmund goleó y amplia a seis puntos la ventaja como segundo sobre el Schalke 04, que cayó por 3-1 ante un Stuttgart que escapa del descenso.

La Juventus sigue también acomodada con ocho puntos de ventaja sobre la Roma en lo más alto de la Serie A, tras ganar por 1-0 en casa ante el Bologna, con golazo del joven francés Pogba, que llevó a la hinchada bianconera a entonar el «non si vende Pogba, non si vende Pogba...», tentado por Madrid y PSG. En tanto, los giallorossi se impusieron por el mismo resultado, pero en casa de la venida a menos Fiorentina, con lo que la Roma de Rudi García se asegura la segunda plaza e iguala el récord de puntos de toda la historia del equipo. Gran temporada.

Un triste Nápoles, tercero en discordia, empató a uno ante el Udinese y será eso, tercero, y jugará la previa de la Champions, a pesar de que su presidente Di Laurentis les prometió una prima por dar caza a la Roma. Los partenopeos fueron segundos el año pasado; este tampoco han podido con la Juve.

Mirando a la Europa League, el Inter dio un paso de gigante y con un colchón de cinco puntos casi se asegura ser quinto, aunque le queda el derbi de Milan, ese duelo entre los chicos malos del Calcio, Mauro Icardi y Mario Balotelli, con permiso del joven croata del Atalanta Marko Livaja que, increpado por los suyos incluso en las redes sociales, replicó con un «venid conmigo a Croacia, italianos bastardos». Los de Silvio Berlusconi, que suman ya cinco victorias seguidas, necesitan ganar ese derbi milanés -antes, este sábado, visitarán a la Roma- para seguir aspirando a la quinta plaza y no a la sexta, lo que obligaría a jugar previa de Europa League y quedarse sin los ingresos de la gira veraniega estadounidense.

Muchos objetivos aún en el aire y campeones que se van sucediendo como el Benfica en una Liga Sagres portuguesa que no ganaba desde 2010; como el Dinamo de Zagreb y su novena Liga consecutiva; como el Fenerbahce turco, que tiene a tiro la suya; o la que se disputan en Rusia Zenit y Lokomotiv, separados por un solo punto. Quien ha alcanzado un hito es el Cliftonville: por primera vez en sus más de 130 años de vida ha revalidado el título de campeón de la Liga norirlandesa. Una alegría indescriptible para el equipo más representativo de la comunidad católica, que vino a sustituir en su día el exportado sentimiento nacionalista hacia el Celtic -pero de Glasgow, porque hubo un Celtic, pero de Belfast, desaparecido a finales de los 40, después de que un partido contra el Linfield acabara con sus jugadores apaleados-.

Precisamente el Linfield -que juega de azul, como el Rangers-, el equipo más grande de los protestantes, se quedaba entonces sin rival, y el derbi de Belfast pasó a ser el Linfield-Glentoran, ambos de amores filobritánicos. En los últimos 46 años, la Liga de Irlanda del Norte la han ganado en 43 ocasiones equipos protestantes. Solo un club ha resistido esa hegemonía, el Cliftonville católico, del norte de la capital, que se la llevó en 2009 y ahora en los dos últimos años. Este fin de semana, justo el día en el que Linfield y Glentoran disputaban `su' derbi, el Cliftonville revalidaba título.

Un invitado inesperado, como el Bangalore FC, que en su primera temporada en la Indian League se ha alzado con el título y ha destronado de paso la hegemonía de los clubes de Goa, el estado más pequeño de la India, que venían ganando desde hace ocho años. La próxima temporada, a partir de otoño, se espera que eche a rodar la renovada Indian Super League, de la mano del magnate mediático Rupert Murdoch. Ocho franquicias al estilo MLS estadounidense, un nuevo retiro millonario para estrellas futbolísticas en su ocaso.