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Moscú insiste en que Kiev ponga fin a la operación militar para dialogar

Rusia exigió a las autoridades ucranianas que pongan fin a la operación militar contra las regiones del este y escuchen a los grupos prorrusos tras los referéndums por la independencia. Pero Kiev anunció que seguirá con la ofensiva. Moscú anunció además una respuesta a las sanciones de EEUU afirmando que no prolongará el uso de la Estación Espacial Internacional más allá de 2020, como quiere la NASA

Aunque no se ha apresurado a anexionarse las regiones del este de Ucrania que celebraron el referéndum por la secesión el pasado domingo, como sí hizo en Crimea, el Kremlin exige que se escuche a los grupos prorrusos de Donetsk y Lugansk. La víspera ya demandó a la Unión Europea que respetara el resultado, mayoritariamente favorable a la independencia.

Ayer Rusia subrayó la importancia «extrema» de poner en marcha lo más rápidamente posible la hoja de ruta propuesta por la OSCE para resolver la crisis. Y, en primer lugar, exigió a las autoridades de Kiev que pongan fin a a la operación militar en el este del país.

«Exigimos a Kiev que detenga inmediatamente su expedición punitiva y retire sus tropas regulares», demandó el Ministerio de Exteriores ruso. Sin embargo, el presidente ucraniano interino, Olexandre Turchinov, insistió ayer en que la operación «antiterrorista» continuará.

El acuerdo entre la OSCE y Rusia incluye también el desarme de todos los grupos armados irregulares y la celebración de un diálogo nacional que permita a la minoría rusófona del país defender sus intereses.

Para hoy se ha programado una difusa «mesa redonda» que debe reunir al primer ministro, Arseni Yatseniuk, tres expresidentes ucranianos y los actuales candidatos en las elecciones presidenciales del 25 de mayo, así como autoridades regionales. Moscú exige que se escuche a las regiones del este y que Ucrania debe decidir su modelo de Estado antes de las elecciones. Sin embargo, Kiev ha excluido a los independentistas de Donetsk y Lugansk, a los que califica como «terroristas». La canciller alemana, Angela Merkel, respaldó ayer esta postura, y Berlín quiso hacer notar su peso enviando al ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, a Kiev para apoyar al gobierno ucraniano. Allí, defendió que «las elecciones del 25 de mayo en Ucrania juegan un papel crucial. Y es extremadamente importante que en esos comicios participe el mayor número de personas posible».

Polonia y Rumanía alertaron del riesgo de desmembramiento y «caída de Ucrania» si no se llevan a cabo las elecciones en todo el territorio.

Pero la ofensiva de Kiev ha acelerado la división del país y en Donetsk y Lugnask no será fácil. Ya demandan a Rusia que estudie su anexión y ayer iniciaron conversaciones para su unificación en una sola entidad.

Por otro lado, la compañía rusa Gazprom exigió a la ucraniana Naftogaz que pague por adelantado el importe del suministro de gas previsto para junio debido a la enrome la deuda acumulada por Ucrania, pero Yatseniuk respondió que Kiev solo pagaría un precio de mercado de 268 dólares por 1.000 metros cúbicos y amenazó a Rusia con llevarle Tribunal de Arbitraje en Estocolmo tras acusarle de «robar más de 2.000 millones de metros cúbicos de gas».

Sanciones en el espacio

Por otro, lado Rusia ha respondido a las sanciones de Estados Unidos desde el espacio. Ayer anunció que no va a prolongar el uso de la Estación Espacial Internacional (EEI) después de 2020 como propone EEUU, y que suspenderá el funcionamiento de las estaciones estadounidenses de GPS en su territorio y el suministro de motores a Washington para el lanzamiento de satélites militares.

Las agencias espaciales de Rusia, Roscosmos; de EEUU, NASA, y la ESA europea acordaron prolongar la vida de la plataforma espacial como mínimo hasta 2020. Pero Moscú recordó que «el segmento ruso de la Estación puede existir de manera independientemente del estadounidense, mientras este no puede funcionar independientemente del ruso» y que la NASA carece de medios para enviar a sus astronautas a la plataforma orbital.

Al menos siete soldados ucranianos muertos en una emboscada

Al menos siete soldados ucranianos murieron y otros tantos resultaron heridos en la emboscada que milicias prorrusas les tendieron en la ciudad de Kramatorsk, según el Ministerio de Defensa ucraniano, que aseguró que los atacantes emplearon lanzagranadas y ametralladoras. Dos de los militares murieron tras resultar alcanzado el blindado en el que viajaban, mientras que otros cuatro fallecieron en el tiroteo, y el séptimo mientras era trasladado a un hospital. Poco antes, el ministro de Defensa, Mijail Koval, había reconocido que un total de nueve efectivos de los cuerpos de seguridad del Estado habían muerto en su ofensiva en el este. «Hemos perdido a cinco pilotos, dos paracaidistas, un oficial y un soldado de un batallón territorial de defensa», indicó.

La emboscada ocurrió cuando a 15 kilómetros de Kramatorsk soldados de la Guardia Nacional Ucraniana, formada por milicias armadas leales a Kiev, rodearon la localidad de Oktyabrskoye, según los grupos armados prorrusos. De acuerdo con su versión, varios vehículos blindados y al menos tres helicópteros llegaron a la zona. «La munición que llevaban dentro ha estado explotando durante una hora y media», relataron. «Durante el enfrentamiento, los residentes en Oktyabrskoye se han refugiado en los sótanos de sus casas para intentar huir», añadió. Como consecuencia de los combates, la localidad quedó incomunicada. y totalmente rodeada por la Guardia Nacional que recibió el apoyo de varios helicópteros con paracaidistas, y los milicianos de Kiev registraron casa por casa en busca de rebeldes. GARA