Elkarrizketa
Felix Lasa
Voz y guitarra de Leize

«Emprender es complicado, requiere compromiso y tener claro hacia dónde vas»

En 1986 Leize publica el single autoeditado «Y otra vez», el debut discográfico para la banda de Zestoa. Un año después el simple que les coloca en órbita se llama «Devorando las calles» y en marzo de 1998 debutan con el elepé de nombre homónimo. En 1997 Leize se despide, para regresar un decenio después. Ahora celebran su XXX aniversario. Hoy se le puede escuchar en la sala Azkena de Bilbo.

Leize es una de las escasas formaciones de rock urbano duro que continúa en activo después de tres decenios, aunque con un largo periodo de ausencia hasta su regreso en 2007. «Y otra vez» fue su primer single autofinanciado. Lleva un porte Barricada, aunque la banda siempre ha peleado porque no se les encasillara como «hijos» del grupo de Iruñea. No obstante, para su disco en directo «Esto es lo que hay», 1997, en «Y otra vez», canción que hoy aún continúa en su repertorio básico, se lo merece, les acompaña El Drogas.

Contra Viento y Marea fue el germen de Leize. Un dúo formado por Felix Lasa (Zestoa, 1964, residente en Zarautz,) y Patxi Carrasco (Zestoa, 1962), de vida por Zumarraga. Nombre en castellano, canciones en euskara. Pero alrededor de 1983 a la pareja el cuerpo le pide rock and roll, tal y como ya se vivía en muchos lugares de Euskal Herria, y nace Leize en el barrio Iraeta de Zestoa. Tocan en festivales con La Polla Records, Barricada, Hertzainak, Tubos de Plata... y gracias a la excelente recepción de «Devorando las calles», actúan también con grupos del tirón de Barón Rojo o Ángeles del Infierno.

Actualmente la banda la integran Felix y Patxi, miembros originales, y se reintegra al grupo Toño Rodríguez (Aizarnazabal, 1964), ahora con domicilio en Zarautz, quien abandonó el grupo antes de la primera disolución. Y se une a la batería Andoni Regueiro (Oñati,1976).

Leize presenta su álbum «XXX», grabado en octubre de 2012 en la sala Caracol de Madrid y editado en diciembre de 2013. Catorce canciones que se reparten el tiempo entre su primera y segunda época a partes iguales, aunque añaden dos canciones nuevas grabadas en estudio. El disco demuestra que la formación cuenta con una historia notable y un repertorio entusiasta para cualquier aficionado al rock urbano o al jevi metal clásico. Estos «chavales» no han olvidado ni el olor a frescura ni despreciado los valores que aporta la veteranía. Azkena hoy debe bullir ante un set arrebatador y una banda que aúna lo mejor de sus dos épocas.

¿Sigue componiendo o el público obliga a centrarse en las canciones clásicas sin dejar aire?

Yo al menos siento la necesidad de componer y de expresarme a mi manera, o sea que estoy dando la vara todo el rato (jajaja...). En cuanto a los clásicos es normal que la gente quiera escucharlos. Tenemos la inmensa suerte, y siempre que puedo lo digo, que las canciones han dejado de ser nuestras hace tiempo para pertenecer a la gente, y eso es lo más grande que le puede ocurrir a un grupo. A mí que me vengan después de los conciertos, emocionados, a comentar lo que les supuso o les sugiere tal o cual tema, me llena de tal manera que se me escapa cualquier posibilidad de explicación.

¿Y qué piensa de la situación discográfica actual un grupo que comenzó con un single autoeditado, «el negro», en vinilo, al que le sucedieron más vinilos, paso al cedé, turno de lo digital y relativo regreso al vinilo?

Viéndolo únicamente desde el ámbito de la producción, de la capacidad, velocidad... se trata de utilizar los medios que hay en cada momento e ir en paralelo al avance técnico de los distintos soportes que van surgiendo, pero lo cierto es que todo esto no tiene nada que ver con el avance cultural ni de progreso real, sino que todo se ha dirigido hacia la masificación, la cantidad, para que, de este modo, el volumen ciegue el análisis, sin negar que la tecnología facilita mucho las cosas. Y ahí muchas veces es donde nos perdemos todos. Digamos que te facilita las cosas, pero te ata. El sistema al final lo absorbe todo de tal manera que primero te crea la necesidad y luego te la vende. Y respecto al regreso puntual del vinilo, pues eso, otra moda, está bien visto tener ese aura retro romanticote mientras te tomas un gin tonic, supuestamente te da ese toque bohemio que en algunos círculos vende muy bien. Otra cosa sería hacer vinilos aplicando la tecnología actual con la visión de hacer un producto de calidad, hecho y producido para conseguir un vinilo con la capacidad orgánica sonora que ofrece, pero no, se hace la grabación digital y luego a fabricar unas copias para darle ese toque comercial. Hay peña comprando vinilos sin tener tocata, pero que tiene la estantería de la sala llena de ellos, como los libros.

¿Leize les divierte, les excita aún? ¿Se ensaya aunque no haga falta?

Nosotros ensayamos todas las semanas y las actuaciones nos las tomamos como si fuera la primera y como si fuera la última. Lo damos todo. Nunca hemos sabido regular. Si entras en el camerino antes de que salgamos los nervios y la emoción cortan. Es una maravilla ver todavía a Toño y a Patxi dando vueltas y hablando sin sentido antes de salir, y a Andoni explicando que a veces salimos tarde ¡porque hay gente evacuando!

Y después de todo, ¿habrá nuevo disco o no tiene sentido?

Habrá otro disco y además en breve, este mismo año. Seguimos componiendo con muchas ganas y de hecho como tardemos en grabar habrá más temas y elegir será más complicado, jajaja...

¿Es todavía mayor el desencanto social que antes? ¿Se entiende que el ministro de Cultura español, José Ignacio Wert, diga que los músicos deberían cobrar menos?

Lo del desencanto social es para hacer una tesis doctoral, todo es muy extraño. Realmente creo que estamos anestesiados de bienestar y que los ministros, sea el que fuere, han perdido el contacto con la realidad hace tiempo. En cierto modo les hemos dejado crear una nueva casta dentro de la cual se sienten intocables. No es que no entiendan cómo es la vida de un grupo de rock, sino que viven de espaldas a la realidad, y entre todos los hemos puesto ahí, o sea que...

Alguno de ustedes ya tiene familia, ¿se intuye que alguno de los hijos quiera ser músico? ¿La situación para un músico está ahora peor que cuando comenzaron?

Así es, salvo Andoni, los demás tenemos varios hijos y es una maravilla verlos crecer, lo más grande. En mi caso y en el de Patxi, alguno de nuestros hijos sigue el camino musical, pero de otra manera. Ahora mismo la gente lo tiene muy difícil, no me atrevo a sentenciar si más o menos que antes. La oferta es tan descomunal, las actitudes y el montaje de la sociedad tan banal y efímera, que es complicado intentar mostrar lo de uno mismo. Emprender siempre es complicado, requiere constancia, compromiso y tener claro al menos hacia dónde vas.